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Las Bolsas como indicadores del futuro

Los índices bursátiles mundiales reaccionan a los vaivenes económicos y políticos y, sobre todo, anticipan lo que va a pasar

Las Bolsas como indicadores del futuro EFE

teresa sánchez vicente

Desplome, debacle, jornada negra, pánico... La crisis ha convertido a los mercados financieros en estrellas mediáticas que abren portadas, telediarios y ocupan páginas dobles en los periódicos de papel. Pero, ¿dónde reside el significado oculto de estos entes abstractos? Los índices bursátiles mundiales reaccionan a los vaivenes económicos y políticos y sobre todo, anticipan a los hechos futuros.

Un ejemplo de su capacidad «adivinatoria» es lo que ocurre estos días aciagos con Grecia. Las bolsas se despeñaron el pasado lunes dando ya por segura la quiebra del país heleno y los bancos han comenzado a descontar (en billones de euros) el impacto que un «default» (impago) tendría en sus cuentas.

«Los índices bursátiles son instrumentos de anticipación de lo que va a pasar. Son un indicador del futuro. Por eso, en ocasiones los beneficios de una empresa no coinciden con la caída de las acciones. Los resultados de las cuentas van por detrás», explica Julián Coca, gestor de renta variable de Inversis Banco.

«Las bolsas también son juez y parte en la evolución de la economía»

Para José Luis Martínez, estratega de Citi en España, las bolsas, además de «indicadores adelantados del ciclo económico», son «juez y parte». «Influyen con su evolución en la economía y en la situación de las empresas, como ocurre ahora en el caso de los bancos», puntualiza José Luis Martínez.

En épocas de crisis, las subidas o bajadas son más bruscas que en tiempos de estabilidad económica. Las bolsas actúan basicamente por efectos psicológicos de pánico o euforia . Gonzalo Lardiés, gestor de fondos de BPA Global Fund asegura que en estos momentos de vaivenes es cuando «el precio de las acciones se aleja más de su valor real».

Mercados organizados

El mercadeo de las acciones de una compañía que cotiza en bolsa, pese a la incertidumbre e inestabilidad que le caracteriza, se produce en un entorno metódico. En palabras de Gonzalo Lardiés, «las bolsas son mercados organizados, con un calendario, donde los compradores y vendedores ponen precio a las acciones durante unas horas al día».

«Si aceptamos el precio de mercado, la compraventa es inmediata, si no, hay que esperar»

Si el precio que ponemos a una acción es muy distinto al que se está negociando, tendremos que esperar. «En los grandes valores, si queremos hacer la operación al precio que está negociando el mercado en ese momento , la ejecución suele ser inmediata».

Los tipos de interés juegan también un papel esencial en el mercado financiero. «El precio de la acción depende de la evolución futura de la compañía. Las bolsas viven de las expectativas sobre sus resultados futuros descontados con los tipos de interés », explica José Luis Martínez.

«Unos mayores tipos de interés hacen que en las empresas más endeudadas queden menos recursos para distribuir a los accionistas vía dividendos», afirma Gonzálo Lardiés. Por lo tanto, la subida de tipos y una alta inflación siempre influyen de forma negativa en los mercados.

Otro factor a tener en cuenta en el ámbito bursátil es el de la liquidez de las acciones. Una característica que marca el tiempo actual por la incertidumbre del momento. «Ahora hay mucha liquidez a la espera de una solución flexible», explica Coca. Abundan las posiciones temporales que se asocian a la inversión a corto plazo y a la rapidez en las operaciones de compraventa.

El concepto de capital flotante se relaciona también con la liquidez . «Es la parte de capital que no está en manos de grandes inversores. Una acción muy líquida es aquella donde todos los días se cruzan operaciones de compra y venta», subraya Gonzalo Lardiés.

Un panorama incierto

Las expectativas de futuro no están nada claras. «El escenario es de incertidumbre», afirma Coca. Los mercados cuentan con la próxima quiebra de Grecia y de que a partir de ahí, si se produce de forma correcta, se calmen los mercados. Todo ello sin contar con un hipotético «efecto contagio» a economías grandes como Italia y España.

Los analistas financieros e inversores, que dan por hecho la suspensión de pagos en Grecia, piden por ello una «quiebra ordenada» que tenga el menor efecto posible en la economía de la zona euro.

Hay alternativas más allá de guardar el dinero debajo del colchón

Ante esta difícil situación, ¿dónde invertir nuestro dinero? Pese al factor riesgo, hay alternativas más allá de guardarlo debajo del colchón. Julián Coca aconseja incluso comprar algo de renta variable ahora que los precios son bajos y vender cuando el Ibex regrese a cotas altas, como los 8.500 puntos.

«Es el momento de invertir en empresas que están fuera del problema financiero como aquellas pertenecientes al sector industrial, al consumo cíclico o a la industria hotelera», dice Coca.

Otra opción son los bonos de renta fija en compañías seguras. Gonzalo Lardiés explica que los grandes inversores están trasladando su dinero a los activos refugio, normalmente asociados a la renta fija soberana de países, corporaciones y a ciertas divisas. Es decir, a activos donde se renuncia a la rentabilidad y se gana en seguridad, un valor en alza en estos tiempos de crisis, «dinero miedoso» y adivinos del pánico.

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