Barajas doblará su ventaja sobre El Prat durante el próximo lustro

El DORA II estima que el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas transportará 67,1 millones de pasajeros en 2026, casi el 25% del total de la red (282,5 millones de pasajeros). Según el documento, Barajas ganará casi 27 millones de pasajeros entre 2022 y 2026 , cuando el Gobierno espera que los aeropuertos españoles recuperen los niveles precrisis. El aeropuerto se vería beneficiado además por los primeros trabajos relacionados con la ampliación de la T4 y la T4 satélite y la instalación del nuevo procesador en las terminales 1, 2 y 3. Aena prevé invertir entre 2022 y 2026 133 millones en estos proyectos; de esta cuantía, 63,6 millones se desembolsarán solo en 2026.

Unas cifras que harán imposible el sueño de El Prat de superar a Barajas, algo que estuvo a punto de producirse hace pocos años. En 2020, el peor año de la historia de Aena, la diferencia entre ambos apenas superó los 5 millones de pasajeros, pero el Ejecutivo ha dibujado un escenario en el que esta distancia se amplía cada año , pasando de 5,4 millones de pasajeros de diferencia en 2022 a 11 millones en 2026. Ese año el aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat sumaría 56,06 millones de pasajeros, lejos de los 67,1 millones previstos para Barajas.

Eso sí, estas cifras son solo estimaciones que recoge la Dirección General de Aviación Civil en el DORA II. En este sentido, el organismo vaticina que las grandes economías europeas mantendrán una senda de crecimiento durante los próximos años, lo que animaría las cifras de turismo internacional.

Sean acertadas o no estas estimaciones, la realidad es que El Prat no puede crecer mucho más en cifras de pasajeros. El Gobierno evidencia en el documento que la capacidad del aeropuerto, situada en torno a los 55 millones de pasajeros, alcanzará su tope en cinco años. Un colapso que además se extenderá en la próxima década por el fiasco de la ampliación.

El proyecto prometía incrementar la capacidad de El Prat hasta los 70 millones de pasajeros con una inversión de 1.700 millones de euros , pero las discrepancias en el seno de la Generalitat respecto al impacto medioambiental del plan provocaron que el Gobierno central suspendiera el proyecto. En principio, hasta dentro de cinco años no se retomaría el plan, ya que fuentes del Ministerio de Transportes incidieron durante la presentación del DORA producida esta semana que este documento sirve para dar «certidumbre» y, por tanto, será muy difícil modificarlo. La propia ministra de Transportes, Raquel Sánchez, hizo mención a la frustrada ampliación en el transcurso del acto asegurando que le «entristece» la «oportunidad perdida».

En el sector también ha supuesto un mazazo la cancelación del millonario proyecto. Las aerolíneas, organizadas en la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) , han mostrado públicamente su «decepción», al tiempo que recordaban los colapsos que sufría el aeropuerto antes de la pandemia. Uno de los más sonados se produjo en el verano de 2016, y estuvo motivado en gran parte por una mala planificación de Vueling.

También hay voces que cuestionaban el impacto de la ampliación. «El Prat está condicionado por los problemas acústicos en las poblaciones vecinas, por lo que plantear un ‘hub’ intercontinental, como planteaba el Gobierno , no parece lo más lógico, y menos si no hay una compañía aérea que ya esté dispuesta a llevar a cabo esa operación», explica a este periódico el consultor aeronáutico Mikel Alcázar, que recuerda que «ningún otro país europeo comparable a España cuenta con dos ‘hubs’ intercontinentales a la distancia que hay entre Madrid y Barcelona» .

Existe otro factor que entrará en juego en breve: la compra de Air Europa por parte de Iberia. Una operación que, según la compañía del grupo IAG, será vital para impulsar la conectividad de Barajas. « Tiene mucho sentido que la apuesta internacional sea Barajas y El Prat mantenga su apuesta por los vuelos punto a punto que tanto le han hecho crecer», concluye Alcázar.