Los bancos suben las comisiones de las cuentas de sus clientes menos rentables

El primer banco en tomar una medida en esta dirección fue el Santander, que el pasado mes comunicó a los usuarios de su Cuenta Clásica, que no requiere domiciliar ni nómina ni pensión, un aumento de su comisión de mantenimiento de 24 a 29 euros al trimestre, de forma que pasarán a pagar 116 euros al año, frente a los 96 anteriores, además de 0,65 euros por apunte y 9 euros al trimestre o 36 al año por cada tarjeta de débito y de crédito.

Es el último movimiento del grupo presidido por Ana Botín en su estrategia de simplificar su oferta y pasar al mayor número posible de clientes a su nuevo catálogo comercial, formado por cuentas –Cuenta 123, Cuenta Zero 123– que exigen la domiciliación de unos ingresos mínimos mensuales de 600 euros y de al menos tres recibos –agua, luz e internet, por ejemplo– y determinado volumen de operativa con tarjetas. A cambio, el banco quita o reduce la mayoría de comisiones e incluso, en la Cuenta 123, ofrece ciertas bonificaciones y remunera una pequeña parte del ahorro acumulado.

Todos los bancos están apostando por fomentar e incrementar esa vinculación de los clientes, es decir, que estos contraten más productos con la misma entidad , especialmente aquellos que dejan al banco mayores ingresos como créditos al consumo, fondos de inversión y seguros.

La domiciliación de la nómina o la pensión es la puerta de entrada a esa vinculación. Como contrapartida, se ofrece a los usuarios beneficios como la devolución de un pequeño porcentaje de los recibos domiciliados y una mínima remuneración del saldo. Estas ventajas pueden ser mayores cuantos más productos se contraten.

En esa línea, BBVA ha incrementado , con efectos desde el próximo 1 de enero, la comisión de la cuenta de 60 a 100 euros al año a aquellos usuarios que no tengan domiciliados unos ingresos mensuales de al menos 600 euros y cinco recibos. Además, los clientes que sigan usando la tradicional libreta de ahorro pasarán a pagar una comisión de 10 euros al año por ella, tasa que no abonarán los menores de 30 años y pensionistas que cobren más de 300 euros al mes o mantengan un saldo mensual de al menos 60.000 euros. La entidad limita el impacto de este cambio de condiciones a una de cada cuatro clientes.

Otros dos grupos que vienen de revisar la letra pequeña de sus cuentas son Bankia y el Sabadell . El primero ha subido de 450 a 700 euros mensuales los ingresos mínimos que se deben domiciliar para no pagar por la cuenta nómina y beneficiarse de sus ventajas. De no cumplir con esta condición, los usuarios pagarán una comisión anual de 60 euros, 0,5 euros por apunte, 28 euros anuales por la tarjeta de débito y 43 por la de crédito.

El Sabadell ha sido el último banco en retocar su política comercial, centrada en la Cuenta Expansión y la Expansión Plus, productos sin comisiones e incluso bonificaciones para los clientes con nómina y recibos domiciliados. La entidad ha rediseñado esa oferta para aumentar la vinculación.

El banco catalán cobrará 15 euros al trimestre o 60 al año a aquellos titulares de la Cuenta Expansión, que solo requiere domiciliar una nómina de al menos 700 euros, si no tienen contratado con el banco un seguro o un crédito o invertido un mínimo de 10.000 euros en fondos. Si lo hacen o ya cumplen esas condiciones, pasarán directamente a tener una cuenta sin comisiones de nueva creación, Cuenta Expansión Premium, y recibirán una tarjeta de crédito modalidad oro. La entidad explica que el 75% de los actuales clientes de la Expansión ya cumplen los requisitos y no pagarán.

Con esta tendencia a forzar una mayor vinculación de los clientes y penalizar a aquellos con menor operativa, los bancos tratan de elevar los ingresos y compensar la actual política monetaria del BCE , que lastra sus ingresos tradicionales. Lo que buscan es aumentar el porcentaje de ingresos por comisiones, que ahora suponen en torno al 25% de la facturación total, para que sus resultados dependan menos de la volatilidad de los tipos.

La tendencia de las entidades financieras del país de limitar la política de comisiones cero a los clientes más vinculados es cada vez más generalizada, aunque algunos bancos siguen manteniendo esta condición en algunos productos más básicos o para determinados colectivos.

Por ejemplo, entidades como Bankia y BBVA siguen sin cobrar comisión de mantenimiento por cuentas corrientes «online» , aunque la primera limita su uso a los canales digitales y la segunda es solo para nuevos clientes. Algunos grupos también disponer de cuentas corrientes con tarjetas de débito asociadas gratuitas para usuarios jóvenes, normalmente hasta los 18 años.