La Fiscalía pide imputar al dueño de Dia por la quiebra del Grupo Zed

Al explicar las sospechas, el Ministerio Público relata que Fridman se habría asegurado supuestamente una posición de dominio respecto al conglomerado empresarial vinculado a Zed, al formar parte de su accionariado y ser, al mismo tiempo, uno de los principales acreedores del grupo. Zed -que creó el exitoso videojuego Commandos- salió a los mercados internacionales para financiarse a finales de la década de los 2000, lo que estimuló su entonces permanente crecimiento.

Según Anticorrupción, los socios rusos planificaron una «estrategia ilegal de interrupción de pagos de dividendos de las filiales rusas», lo que generó una gran falta de liquidez al grupo español , con la intención de presionar y ahogar económicamente a la compañía. Este factor, junto a otras circunstancias económicas, condujo a Zed a la insolvencia, explica el escrito firmado por el fiscal José Grinda.

«La finalidad es el apoderamiento total de una compañía mediante un procedimiento complejo que se vale de actuaciones de distinta intensidad, ejecutadas en diversas líneas y que culmina con una situación de bloqueo institucional y económico de la compañía (insolvencia), para adquirirla a un precio irrisorio muy inferior al de mercado», señala la acusación pública.

Anticorrupción destaca el rol relevante de Fridman, a quien atribuye «el control de los acontecimientos» . La acusación pública destaca que el análisis de toda la documentación acumulada permite concluir que los señalados llevaron a cabo una práctica «que se conoce en el entorno criminal ruso como raider (asalto o ataque) o absorción ilegal de empresas». El fiscal aprecia, siempre en fase de investigación, que estos hechos constituyen en España delitos de maquinación para alterar el precio de las cosas , administración fraudulenta, insolvencia punible y corrupción en los negocios.

«Este proceso de favorecimiento culminó con una oferta de compra , fechada en octubre de 2016, por un importe de 20 millones de euros, muy por debajo del que era su valor cuando dieron comienzo las maniobras de paralización y bloqueo, controladas por Mikhail Fridman», señala el fiscal, que califica de «irrisoria» la cuantía.

En noviembre de 2017, unos meses después de estallar una operación contra la corrupción en la que fue investigado Javier Pérez Dolset , el expresidente de Zed, el inversor ruso envío un escrito a la Fiscalía Anticorrupción para tratar de desmarcarse de lo sucedido.

Los investigadores explican, sin embargo, que un informe policial desvela que el empresario ruso estaría directamente implicado en la caída forzada del grupo tecnológico, según se desprende del estudio detallado del funcionamiento de las empresas y de los mensajes cruzados de los implicados.