El coste para Alemania de la ruptura de la eurozona: más de un billón de euros

Fue el ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, quien el pasado mes de julio se mostró más elocuente, al tratar de restar importancia a la hipotética salida de Grecia del euro. «Se ha perdido el horror» que producía esa medida, dijo.

No era la primera vez que un representante de alto nivel de la administración alemana trataba de aguar el catastrofismo con que algunos expertos y medios de comunicación veían el regreso de Grecia al dracma. El ministro de Finanzas del estado de Baviera, Markus Soder, propuso, por ejemplo, que Grecia saliera de la eurozona si no estaba dispuesta a cumplir sus compromisos fiscales .

Con la intesificación de la crisis del euro y el contagio a las grandes economías, como España e Italia, parece ser que los fantasmas de la fragmentación han regresado a la sede de la Cancillería. Según lo publicado por el semanario « Der Spiegel » esta semana, Merkel se ha propuesto evitar la salida de Atenas de la zona euro a toda costa , aunque esto suponga «hacer la vista gorda con las cifras en el próximo informe de la troika».

¿Por qué este repentino viraje en la estrategia que imponía la canciller con mano de hierro? Las elecciones nacionales del próximo año, por supuesto, pesan. Pero, aparte de los costes políticos, los asesores de Merkel advierten de que las consecuencias económicas podrían ser enormes y, por tanto, indeseables.

El diario Handelsblatt informó ayer de que el país germano tiene una exposición de 310.000 millones de euros en garantías, cifra que podría elevarsehasta el billón de euros ante la quiebra de la zona euro .

Los datos, hay que decir, los ofreció Carsten Schneider, portavoz de presupuestos del SPD, principal partido opositor al Ejecutivo de Merkel. Sin embargo, existe conseso entre los expertos en que el golpe a la locomotora industrial europea sería de grandes proporciones.

En la entrevista que publica hoy ABC, el experto en temas legales europeos de la Universidad de Londres Gunnar Beck señala que si dos países de la zona euro «se vuelven insolventes o se retiran de la eurozona» la exposición de Alemania «crecerá a entre 400 y 500 mil millones de euros», algo que dispararía la deuda del país germano al 110 % del PIB .

Hoy el apoyo alemán a la continuidad de la zona euro pasa una nueva prueba de fuego. El Tribunal Constitucional deberá pronunciarse sobre el fondo permanente de rescate (MEDE). El consenso de expertos legales confía en que el organismo dará su visto bueno , aunque, como contrapartida, es probable que exija duras condiciones para restringir la adopción de futuros rescates. Con un pie en el mensaje que deberá trasladar a un electorado cansado por las reclamaciones de las economías más débiles y con otro sobre las repercusiones de la salida de un socio europeo, Berlín tratará de mantener el equilibrio sobre una zona euro en la que asume el papel de juez y parte.