Airbus remonta el vuelo con la vista puesta en Marte

Medio siglo dan para mucho. Ha contribuido, por ejemplo, al éxito de la misión Curiosity, de la NASA, que permitió colocar sobre la superficie del Planeta Rojo un vehículo móvil. La antena fue diseñada y construida en la sede que la compañía tiene en Barajas con el objetivo de enviar permanentemente datos y telecomandos para las operaciones del rover. La implicación de Airbus España en el reto de hallar vestigios de vida en Marte parece total. Ha tenido también una participación relevante en la misión Rosetta.

Pero esta marca España tiene también los pies en la tierra. «La crisis atacó de lleno al sector espacial, porque los ciclos de maduración de los programas son especialmente largos, vienen a durar entre cinco y diez años». Sin embargo, «hemos ido recuperando parte del terreno perdido», explica José Guillamón, director comercial. Comenzó a remontar vuelo a finales de 2014 cuando «ya participa de lleno en programas de lanzadores y se va recuperando el tono inversor». De hecho, en 2015 la facturación fue de 93 millones de euros y «estimamos un crecimiento de entre el 15 y el 20% para este año».

¿Cuál es la aportación de Airbus España a la Agencia Espacial Europea (ESA)? «Contribuimos al desarrollo con el diseño y fabricación de satélites que, por primera vez, se están haciendo en España. Esto es un hito que no habíamos conseguido nunca». Hasta ahora, «hacíamos desarrollos a nivel de equipos, subsistemas, pero no satélites completos. Y los está haciendo Airbus España», que es también «un gran actor» a nivel global de la compañía. Ahora mismo más del 40% de la inversión que hace la ESA en satélites «va a Airbus, destinada al desarrollo de nuevos satélites y estación de servicios».

La historia de España en el espacio tiene largo recorrido. En los inicios, «aportábamos equipos de tierra. Después, entre 1988-1990 hubo fuerte crecimiento, la mayoría de las empresas españolas desarrollaron productos y servicios que se embarcaron en los satélites». «Nuestra posición, saliendo a competir fuera, era muy buena. Y esa fase llega hasta 1998. A partir de ahí hay una apuesta fuerte de la Administración española por desarrollar productos de mayor valor añadido. En Airbus desarrollamos por primera vez una carga útil completa, un satélite de la ESA, fue la misión SMOS que lleva ahora cinco años en operación y a pleno rendimiento», asegura Guillamón. Es un satélite de control medioambiental. Se dedica a la actualización de modelos de cambio climático a largo plazo. Son medidas de previsión. «Esta misión se dirige desde España. Lideramos un consorcio de más de 20 empresas. Nunca antes empresas de Francia, Alemania o Inglaterra habían sido subcontratistas de una empresa española y esto ocurre por primera vez en la misión de SMOS. Y a partir de ahí, la industria española en general y Airbus, en particular, lideran con un efecto tractor sobre el resto de la industria aeroespacial».

Prácticamente el 90% de la actividad de Airbus España se dedica a la exportación y «estamos muy activos tanto en lanzadores como satélites». En cuanto a satélites, por lo general, los clientes son los grandes organismos internacionales. Además de la ESA, o la NASA, la Comisión Europea se ha convertido en un gran actor de la política espacial, gracias a programas como Galileo, o la generación de satélites Copérnico, que «va a ser la constelación más grande a nivel mundial de satélites para control y medida del cambio climático», subraya. Es decir, todo el control medioambiental, gracias al programa Copérnico, permite a Europa situarse en posición de liderazgo a nivel mundial y convertirse en un gran cliente de Airbus.

Airbus en España es la primera empresa europea en diseño y fabricación de grandes estructuras en fibra de carbono para lanzadores. «Estamos al mismo nivel que países como Estados Unidos o Japón. Y por delante de socios europeos, como Francia y Alemania». El futuro da alas para el optimismo. Es contratista principal de Ingenio, satélite que posee sistema óptico de observación de la Tierra, y de Paz. Está implicado en Ariane 6, futuro lanzador europeo.

Las inversiones en I+D+i, algo que «está en nuestro ADN», son del 20%. La media del sector estaría en el 12%. «Hay que estar permanentemente invirtiendo en investigación». La mayoría de la plantilla suma formación en ingeniería adquirida en España y experiencia internacional, lo que «sitúa a nuestra gente en primera línea a nivel mundial. No hace falta buscar talento fuera, hay y mucho en España».