La venta de casas a extranjeros pierde peso por primera vez desde la crisis

Un año después, la incipiente recuperación del mercado español y las dificultades que están sacudiendo a algunos países -principalmente, Rusia, por la depreciación de su moneda, el rublo- han llevado a que, por primera vez desde 2010, el porcentaje de compra de vivienda por parte de extranjeros se encuentre en retroceso.

La última estadística inmobiliaria publicada por el Colegio de Registradores de la Propiedad , correspondiente al segundo trimestre del año, recoge que durante este periodo el número de transacciones inmobiliarias vinculadas a un comprador extranjero supusieron un 12,82% del total . Este dato es superior al del trimestre anterior -12,22%- pero se encuentra por debajo del 13,03% del mismo periodo del año pasado . Se da la circunstancia, además, de que el primer trimestre del año supuso un repentino viraje: por primera vez, después de cinco años de subidas ininterrumpidas, se produjo un retroceso intertrimestral.

Los analistas prefieren hablar de estabilización del mercado en torno al 13% del total de compraventas: el número de operaciones protagonizadas por no españoles se aproxima a las 11.000 viviendas trimestrales , cifra aún elevada que pone de relieve el recorrido del mercado español. «Claramente se está produciendo una consolidación. La venta de viviendas por parte de extranjeros se está estabilizando . Es uno de los mejores termómetros para comprobar que el punto de inflexión se ha producido ya en el mercado inmobiliario. Igualmente es importante que se trate de un gran volumen de compraventas. Los extranjeros fueron los primeros en dejar de comprar en el comienzo de la crisis y en este momento se han anticipado a la estabilización de junio de 2014», explica Manuel Gandarias, director del gabinete de estudios de Pisos.com .

Gandarias, quien recuerda que en algunos momentos esta variable llegó a representar el 18% del total de adquisiciones de viviendas que se producían en España, interpreta este leve retroceso como una especie de caída anunciada tras el elevadísimo porcentaje que se obtuvo el año pasado: los inversores extranjeros, con mayores facilidades de acceso a la financiación, se anticiparon entonces al mercado nacional para aprovechar un nivel de precios «razonable» .

Otros expertos consideran que la estadística puede estar poniendo de relieve no sólo la estabilización del mercado, sino también un cierto repliegue por las últimas tormentas en los mercados internacionales, en especial las que han sacudido a China y Rusia. «Esta situación obedece a dos motivos principalmente: el aumento de la compraventa entre españoles y las turbulencias en el ámbito internacional . Entre los compradores nacionales se tiene menos en cuenta la situación de los mercados internacionales, pero desde el punto de vista de un extranjero es importante la evolución de las divisas y todo lo que está ocurriendo », subraya Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE).

¿Influye, además, la situación política en España, que sí parece haber frenado la inversión internacional, especialmente en Cataluña, donde la posibilidad de una declaración unilateral de independencia después de las elecciones del próximo 27 de septiembre supone, cuando menos, una amenaza para la seguridad jurídica? Entre los analistas consultados hay división de opiniones. «Desde mayo se percibe una cierta desaceleración. La inestabilidad política afecta, evidentemente . Aunque lo peor ha pasado, nos encontramos en un escenario de crecimiento en W (volátil)», explica Eduardo Molet, presidente de Red de Expertos Inmobiliarios. Gómez-Pintado confía, por el contrario, en que se va a mantener la elevada inversión que aún destinan los compradores extranjeros al mercado español: « Es previsible que continúe esta tendencia de crecimiento . El mensaje del Banco Central Europeo (que abrió la puerta a ampliar el programa de compra de deuda) ha sido claro. En cuanto a las elecciones catalanas, el comprador a veces no está ni siquiera al tanto de ello». El descenso de este porcentaje, por tanto, debe analizarse libre de alarmismo y, quizá, contemplarse como parte de la ya nutrida lista de estadísticas -precios, compraventa, hipotecas- que revelan tiempos de cambio en un sector, hasta ahora, desértico.