Competencia multa a Telefónica por los derechos del fútbol y la expedienta por averías en la red fija

El primer expediente por estos hechos se abrió el 5 de diciembre de 2012 pero, antes de su conclusión en 2014, el órgano que preside José María Marín Quemada decidió ampliarlo al detectar que ambas empresas volvían a incurrir en las mismas irregularidades, es decir, “una actuación concertada en la adquisición, reventa y explotación de los derechos audiovisuales del fútbol”. Primero fue en la campaña 2012/2013 y luego lo repitieron en la 2014/2015, tanto para la Liga española de Primera División como para la Liga de Campeones (antigua Copa de Europa).

En concreto, la CNMC considera que Telefónica y Distribuidora de Televisión Digital (DTS), la última denominación societaria que integraba a Canal+, han infringido el artículo 1 de la Ley de Defensa de la Competencia, que “prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, práctica concertada o conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional”. Y también han vulnerado, a su juicio, el artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea porque sus actos han afectado al “comercio entre los Estados miembros” y han perjudicado “el juego de la competencia dentro del mercado interior “.

Como consecuencia de ello, la operadora ha sido multada con 10 millones de euros y su hoy filial -la propia CNMC autorizó en abril la venta final de Digital Plus a Telefónica a cambio de compartir el 50% de sus contenidos 'premium' y rebajar el tiempo de exclusividad sobre sus proveedores- con otros 5,5 millones. No obstante, el grupo de telecomunicaciones recurrirá las sanciones ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional -tiene dos meses para ello- y pedirá que como medida cautelar se suspenda su pago.

En Competencia han tenido en cuenta, a la hora de fijar esos importes, tres factores: la dimensión de los mercados implicados y el efecto producido, la duración y el alcance de la conducta sancionada, así como los beneficios obtenidos. No obstante, destacan que en ambos casos las multas “son significativamente inferiores al 1% del volumen de negocio total” de estas empresas en 2014, que es el máximo permitido por la ley y ratificado en varias sentencias por el Tribunal Supremo.

El ‘modus operandi’ de Telefónica y DTS era muy similar, tanto para comercializar los partidos de Canal+ Liga de Campeones como los de Canal+ Liga, y pasaba por “privilegiar” a la primera frente al resto de operadores. Para ello era informada “antes que los demás” de las condiciones de las subastas, por lo que pudo “planificar con más tiempo su estrategia comercial para hacerse con unos activos estratégicos muy costosos, evaluando condiciones de rentabilidad y de riesgo”. Los otros potenciales compradores se veían así “limitados” al preparar sus posibles ofertas.

Telefónica también tiene otro frente abierto con la CNMC, que pretende multarla ahora por el presunto falseamiento de datos sobre las averías en sus líneas de cobre, es decir, la red fija con la que da servicio tanto de telefonía como de internet. Este problema se ha agravado a raíz de la huelga de los técnicos de mantenimiento -un colectivo de 12.000 trabajadores subcontratados- que la empresa sufrió esta primavera y que afectó a cerca de 200.000 usuarios.

Como consecuencia de aquellos paros muchos clientes se vieron privados de servicio, al igual que hubo problemas para las nuevas altas y los cambios de compañía por portabilidad. Y es que otras operadoras como Vodafone, Orange y Jazztel precisan de la red de cobre de Telefónica para prestar parte de sus servicios de líneas fijas. De hecho, una denuncia de varios de ellos en 2014 por deficiencias en el trato recibido llevó a Competencia a incoar un expediente disciplinario por falta muy grave, dado que no era la primera vez que se le reprochaba a la multinacional española esa actitud.

Según la Comisión, las posibles “irregularidades” de Telefónica abarcan tanto la gestión de averías en las líneas de cobre que le alquilan otros operadores, como una “degradación en el mantenimiento” de la propia red al superar el plazo de 15 horas para el tiempo medio de cada reparación. Además, la acusa de “enmascarar” el nivel real de esas operaciones para no revelar problemas de eficiencia y calidad.

Y por si fuera poco, el jueves la misma CNMC multó a Telefónica con seis millones, y a Yoigo con otros 300.000 euros, por el acuerdo que suscribieron en 2013 para compartir redes, incluida la de 4G. El organismo regulador considera que ese pacto “restringe la competencia, ya que limita la independencia en cobertura y calidad” respecto al desarrollo comercial de otros operadores.