Los seis abusos más habituales al consumidor y cómo hacerles frente
Lideran la lista negra las empresas de telecomunicaciones, energía y banca
Los seis abusos más habituales al consumidor y cómo hacerles frente
Errores en la facturación, recibos indescifrables, penalizaciones encubiertas... 'Defiéndete de #101fraudes' es un manual de supervivencia contra engaños, abusos y trampas . Pocas personas en España saben tanto de las malas artes comerciales como Rubén Sánchez, portavoz de Facua-Consumidores en Acción. En la oficina ... de este 'cazador' de fraudes profesional se tramitaron el año pasado 40.000 consultas y 7500 reclamaciones. Es cierto que no todas logran resolverse a favor del consumidor, pero la mayoría de ellas sí. Y es que defenderse de los abusos pasa por no amedrentarse ante ellos, por plantarles cara, incluso judicialmente, aunque el proceso sea largo y tedioso.
Telefonía, atrapados de por vida
Nuestra compañía telefónica nos quiere para toda la vida. Y recurrirá a mil tretas para que no la abandonemos. Si después de tenérselas tiesas con varios teleoperadores, robóticos o de carne y hueso, consigue por fin dar de baja el teléfono de casa, no se fíe. Repase el extracto bancario del siguiente mes, por si le siguen 'colando' recibos por la conexión a internet. Es ilegal. La ley dice que la baja implica la de todos los servicios asociados al número de teléfono. La compañía nos exigirá entonces con despecho de examante que le devolvamos el router que nos prestó o el descodificador para ver la tele. O peor aún: nos exigirá que los paguemos porque ya estamos fuera de plazo para retornarlos. También es ilegal. Si quiere sus cosas, que venga a recogerlas.
Para blindarnos ante esto, lo mejor es seguir esta pauta: si pedimos el traspaso de nuestra línea a otra compañía, debemos especificarle que aclare a nuestro operador actual que vamos a darnos de baja de todos sus servicios. Y si no es una baja con portabilidad, lo mejor es que la notifiquemos por escrito con acuse de recibo.Cuidado cuando flirteamos con otra compañía y solo vamos de farol para que la nuestra nos vuelva a seducir con alguna oferta. Dar marcha atrás en una solicitud de portabilidad se penaliza con hasta 151 euros. Como no pueden cobrarnos el dinero por adelantado, nos advierten de que nos multarán para evitar que después cambiemos de idea si encontramos otra oferta mejor. Si el usuario, pese a todo, se atreve a solicitar la anulación, le pasarán el recibo y lo amenazarán con incluirlo en registros de morosos si rechaza el cargo. Pero la legislación prohíbe cobrar cualquier cantidad por el desistimiento de un contrato.Los que prefieren comprarse un móvil sin contrato tampoco se libran del juego sucio. Hay compañías que se apropian del saldo que tenemos en las tarjetas de prepago si no realizamos recargas en determinados plazos. Es otra práctica ilegal.
Luz y gas: cambio de compañía
Se producen miles de quejas por la falta de lectura de los contadores durante largos periodos, aplicando luego facturas desproporcionadas. Y también abundan las denuncias por ofertas engañosas. La típica es así. Llaman a tu puerta para ofrecerte un descuento en tus facturas de la luz. El comercial solo necesita que le enseñes un recibo y tu cuenta bancaria para verificar que eres tú. Y para que sus jefes no crean que en horas de trabajo estaba de cervecitas, te pide un autógrafo en un papel que confirme que te ha hecho la visita. Muchas personas pican. Después, sus recibos comienzan a engordar y el logotipo que aparece en ellos no es el de la eléctrica de siempre. «Los comerciales tienen la difícil misión de convencernos de que cambiemos de compañía para pagar unas tarifas más caras.
Para lograrlo, el único recurso que tienen es mentirnos. Y total, con lo que viene subiendo la luz en los últimos años, ¿qué más nos da a nosotros pagar un poco más?», ironiza Sánchez. Estos comerciales pretenden vendernos una tarifa de mercado libre; es decir, una que no se publica en el BOE. Unas veces se harán pasar por alguien de nuestra compañía, aunque no sea verdad, y otras nos contará historias como que el Gobierno ha decidido que otra eléctrica se haga cargo de todos los usuarios de nuestra zona. Los supuestos descuentos suelen ser ridículos o incluso provocar que acabemos pagando más que antes, en torno al 11 por ciento.
Ver comentarios