La banca acreedora busca un socio industrial con el que tomar el control de Pescanova

El juez encargado del concurso de acreedores de Pescanova, cuya crisis financiera se destapó hace ahora un año, dio la semana pasada un mes, hasta el 3 de marzo, para que los inversores interesados presenten al administrador concursal, Deloitte, sus propuestas de convenio . Y un mes más para aprobar una que evite la liquidación del grupo. A pesar de ese margen, fuentes conocedoras del proceso esperan que la banca concrete ya en estos días su propia oferta.

La parte financiera de esa propuesta incluirá, según ha podido saber, una quita a la deuda cercana al 60% y capitalizar el resto de los créditos hasta tomar el control de la sociedad, así como una inyección de capital por unos 250 millones. Eso mejoraría el planteamiento de Damm, Luxempart, Ergon Capital y KKR, que la semana pasada mejoraron su oferta , reduciendo la quita del 92% inicialmente comunicado por debajo del 80%. Y también el de Centerbridge y Blue Crest, que implica una condonación de hasta el 70% pero que ayer también se esperaba que fuese rebajada.

Las entidades consideran que su propuesta financiera, más laxa, es suficiente para garantizar la viabilidad económica de Pescanova y evitar su liquidación, pese a que Damm manifestó en varias ocasiones que una fuerte quita era inevitable.

A diferencia de la oferta de Damm, que incluye la parte financiera pero también el saber industrial de la cervecera catalana, ni la de Centerbridge-Blue Crest ni la de la propia banca cuentan con ese componente industrial, lo que puede ser valorado por el administrador concursal. La banca, sin embargo, busca ya una compañía que aporte ese conocimiento en la gestión de la actividad y el negocio de Pescanova. Banco Sabadell, Novagalicia, Bankia, Banco Popular, Caixabank, BBVA, Banco Santander, Deutsche Bank, HSBC y Rabobank, principales acreedores de la multinacional, han encargado a la consultora KPMG, que las asesora en ese proceso, esa búsqueda.

Como fuere, los movimientos de las entidades financieras se interpretan en el mercado también como una forma de presión para que Damm y Centerbridge rebajen sus pretensiones y presenten, en las próximas semanas, ofertas que rebaje el volumen de deuda a condonar.