Los aeropuertos logran en 2013 la mayor puntualidad en 15 años

En 2013, de hecho, la red de 46 aeropuertos de gestión pública obtuvo a cierre de año un promedio del 83% salidas de vuelos puntuales, tres puntos porcentuales por encima de la cifra de 2012 y el mayor porcentaje de la serie, que se remonta a 1998. La segunda cota más alta se alcanzó en 2009, fecha a partir de la cual las demoras comenzaron a elevarse de manera significativa, hasta precipitarse la puntualidad hasta el 70% en 2010 y al 75% un año después.

Esta situación se ha reflejado tanto en la mejora de las estadísticas que muestran los aeropuertos como las principales aerolíneas españolas. De hecho, Madrid-Barajas, antiguo «farolillo rojo», se ha convertido en uno de los más destacados. Según el informe elaborado por la consultora « Flightstats » correspondiente al mes de diciembre, el madrileño se situó como el cuarto aeropuerto del mundo con menos retrasos, al conseguir una media del 80,3%, lo que lo ha convertido en el único aeródromo español que figura entre los diez más puntuales, en una clasificación liderada por el de Haneda (Tokio), con una precisión en los horarios de salida de sus conexiones del 89,3%.

El aumento de la puntualidad en la capital española está vinculado, especialmente, al progreso en este índice de la compañía de bandera, Iberia , que ha pasado de ser culpada (de manera velada) por parte del anterior equipo de Fomento en plena oleada de las demoras, a ocupar la tercera posición en la tabla clasificatoria internacional elaborada por «Flightstats», con un 88,11% de sus aviones despegando a la hora durante el mes de diciembre. Un dato seguido de cerca por el de Air Europa , segunda compañía española en la clasificación, con un 86,4%.

El espacio aéreo español, que se gestiona desde cinco centros de control y aglutina el 70% de la plantilla de controladores aéreos, también ha experimentado una evolución similar y cosechó el año pasado los mejores niveles de los últimos diez años, según los minutos de demora media por vuelo (0,52).

La caída del tráfico aéreo es, ciertamente, uno de los motivos que explican este drástico cambio. La reducción del número de desplazamientos -con algunos casos de grandes recortes de operaciones, como el de Iberia- facilita la consecución de una mayor cifra de vuelos sin retrasos. Esto es lo que recuerda el sindicato de controladores aéreos (USCA) , que atribuyen este descenso «básicamente» a la reducción de los servicios. Su portavoz, David Guillamón, explica que situaciones de grandes retrasos, como la vivida hace unos años, se producen en un contexto de «saturación del espacio aéreo», en el que «incrementos marginales de tráfico suponen incrementos exponenciales de demoras».

Según los datos ofrecidos por el gestor del espacio aéreo esta relación no siempre ha sido lineal. Tres años atrás, en plena crisis entre la anterior dirección de AENA, el equipo del Ministerio de Fomento dirigido por José Blanco y los controladores aéreos, se registraron las cuantías más altas (2,67 minutos de demora media en 2010 y 2,05 en 2011). Y lo que resulta más ilustrativo: pese al retroceso en el tráfico de aquellos años, Eurocontrol puso de manifiesto que la impuntualidad se duplicó debido a los problemas de «capacidad»en el control de tráfico aéreo, una irregularidad relacionada con los aspectos organizativos y las cargas de trabajo de los controladores.

La actual dirección de navegación aérea considera que este es un aspecto en el que se ha avanzado notablembente y liga las mejoras a las nuevas decisiones de «planificación de recursos», las medidas de «reordenamiento de la demanda de tráfico en los sectores aéreos más congestionados», el «diseño de nuevos procedimientos para mejorar la eficiencia de las rutas aéreas» y la redistribución del personal de control en los centros con más demanda.