Los puntos económicos que aborda el G-20

En relación con este último asunto, la Unión Europea, a través del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, fue uno de los que sacó pecho al presentar la «hoja de ruta» aprobada por los Veintisiete para perseguir a las empresas que hacen ingeniería fiscal y evitar pagar impuestos en los países con tipos del impuesto de sociedades más elevados. Entre las medidas adoptadas figura el intercambio automático de información fiscal entre países, iniciativa en la que está también Estados Unidos mediante el acuerdo FATCA firmado también por España, que evita la doble imposición pero por contra automatiza el intercambio de datos fiscales.

Además de las grandilocuentes declaraciones de intenciones, los líderes del G20 discutieron sobre empleo, o más concretamente, sobre la manera de luchar contra el elevado desempleo que afecta a muchos países del mundo, entre ellos Europa y España. La idea es revisar la estrategia que se está desarrollando a nivel global, vistos sobre todo los escasos resultados a nivel global.

Entre las actuaciones que se pondrán en marcha, y que serán bautizadas como «Plan de Acción de San Petersburgo» según las conclusiones de la reunión del G20 que serán aprobadas definitivamente hoy, están el fomento de las inversiones que ayuden a crear empleo y una consolidación fiscal más suave, de tal modo que no se asfixie el crecimiento ni la creación de puestos de trabajo.

Sobre regulación financiera, un tema clave ya que no hay que perder de vista que la crisis económica actual tiene su origen en una financiera, los avances han sido tibios ya que en Europa, por ejemplo, no se completa la unión bancaria, sobre todo por las reticencias de Alemania a ceder la regulación de sus bancos a una institución europea. La idea de fondo es que los bancos no encuentren fisuras en ningún país del mundo para sortear la normativa de otros países, y sus correspondientes reguladores, y emitir productos que no tengan las suficientes garantías o maquillarlos de tal manera que sean muy complicado su control, como se demostró con algunos productos financieros.

Por otra parte el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, admitió ayer que Grecia necesitará un tercer rescate cuando concluya el actual programa en 2014 y más medidas para aligerar su deuda, como una reducción de los tipos de interés de los préstamos concedidos por la Eurozona. «En cuanto a la posible necesidad de un tercer programa, está claro que pese a los recientes progresos, los problemas de Grecia no se habrán resuelto por completo en 2014», ha reconocido Dijsselbloem en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, informa Europa Press.