El nuevo sendero de China
Su economía ha dado un giro hacia una mayor dependencia del consumo y de los servicios
martin feldstein
La naturaleza opaca del Gobierno de China no permite ver con claridad hacia dónde se dirige la política económica china y, por ende, cómo se desarrollará la economía china en los próximos años. Pero la escala de la economía de China y su papel en ... el comercio y los mercados financieros globales nos obliga a intentar entender las intenciones del nuevo liderazgo de China.
Un punto de partida útil es analizar los nombramientos clave que se han hecho desde que el presidente Xi Jinping asumió el cargo. Una sorpresa fue la decisión de retener a Zhou Xiaochuan en el puesto de gobernador del Banco Popular de China (PBOC por sus siglas en inglés). El mandato de Zhou ya había llegado a su fin -y él mismo había alcanzado una edad en la que los funcionarios supuestamente se retiran-. De modo que la decisión de mantenerlo en el cargo durante por lo menos los próximos dos años representa un respaldo importante por parte del nuevo liderazgo chino.
Zhou es un experto inteligente e internacionalmente respetado en política monetaria y finanzas. Al frente del PBOC, ha favorecido políticas monetarias más centradas en el mercado y una mayor internacionalización de la moneda de China, el renminbi. También ha trabajado con éxito para contener las presiones inflacionarias. Podemos esperar más de lo mismo en los próximos años.
El nuevo ministro de Finanzas, Lou Jiwei, llega al Ministerio desde la Corporación de Inversiones de China, el fondo de riqueza soberana de China, donde se ocupaba a diario de los mercados globales de capital. Lou, un economista entrenado que anteriormente se había desempeñado en el Ministerio de Finanzas en el puesto de viceministro, desde donde defendía las reformas pro-mercado, indicó su estrategia actual en materia de política tributaria y presupuestaria en una reunión reciente en Beijing. Lou rechazó lo que describió como el estilo europeo de un gobierno muy grande y tasas impositivas elevadas y el estilo norteamericano de tasas impositivas más bajas pero grandes déficits fiscales, y se mostró a favor de déficits presupuestarios bajos y un sistema tributario que promueva «oportunidades» para los individuos y las empresas privadas.
Xi y el premier Li Keqiang obviamente sabían lo que conseguían cuando designaron a Lou. Y, a pesar de su edad, prometieron que ejercería un mandato pleno de cinco años como ministro de Finanzas, lo que llevaría su permanencia en el cargo más allá de la edad normal de retiro.
Liu He tal vez sea el menos visible de los pensadores económicos clave. Liu desempeñó un papel importante cuando se dio forma al XII Plan Quinquenal adoptado recientemente, con su énfasis en la urbanización y el desarrollo del sector de servicios como medio para aumentar los ingresos personales y el porcentaje de gasto de los consumidores en el PIB. Recientemente ha sido promovido al puesto de vicedirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el organismo principal que asesora al Consejo de Estado en materia de estrategia de desarrollo económico y política macroeconómica.
En conjunto, estas designaciones demuestran el nuevo énfasis del liderazgo chino en las reformas pro-mercado y en un giro de la industria pesada a una mayor dependencia del consumo y los servicios. Ese cambio probablemente signifique una tasa más lenta de crecimiento del PIB que la tasa anual de casi 10% que China alcanzó durante las últimas tres décadas. Pero una desaceleración a un crecimiento anual del 7% seguiría duplicando el PIB de China en la próxima década.
Que haya más consumo y menos industria pesada también hará que disminuya la demanda de materias primas por parte de China, lo que deprimirá los precios globales de los productos primarios. Más importante aún, si el ingreso pasa de las empresas estatales a los trabajadores de clase media y aumenta el gasto de los consumidores, se reducirá la enorme tasa de ahorro de China. Dado que el excedente de cuenta corriente de un país es la diferencia entre su ahorro nacional y su inversión nacional, el excedente de cuenta corriente de China probablemente siga achicándose en los próximos años. Eso es consistente con el objetivo del Plan Quinquenal de basar el crecimiento del PIB no tanto en las exportaciones como en la demanda doméstica.
Como el excedente externo de China ya se redujo a menos del 2% del PIB, una caída en el ahorro doméstico podría resultar en que China comience a tener un déficit de cuenta corriente. En ese caso, China ya no sería un comprador neto de bonos extranjeros y otros activos. Si China quisiera seguir invirtiendo en empresas extranjeras y recursos naturales, tendría que convertirse en un vendedor neto de bonos de su cartera.
El nuevo liderazgo, por supuesto, enfrentará serios obstáculos en su intento por encaminar la política en estas direcciones pro-mercado. Las empresas estatales de China son fuerzas poderosas en la economía, con una influencia política sustancial; resistirán el cambio de la industria pesada a los servicios. De la misma manera, el reconocimiento generalizado y oficial de la corrupción introduce una nueva fuente de incertidumbre en la política nacional y local. Pero los nuevos líderes de China han señalado hacia dónde quieren que vaya la economía y han enfatizado su decisión de reducir la corrupción. Más importante, han puesto a gente con talento a cargo del proceso. Al resto del mundo no le queda más que esperar que lo logren.
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