La insoportable carestía de los pisos en Londres
El precio de la vivienda en Reino Unido se ha multiplicado por 43 desde 1971 y el índice es el más bajo desde 1987
borja bergareche
El imparable crecimiento del mercado inmobiliario londinense como refugio de los más opulentos bolsillos comienza a generar inquietantes desequilibrios en la Gran Bretaña de la recesión. Según un estudio publicado esta semana, en general, el precio de la vivienda en el Reino Unido se ha ... multiplicado por 43 desde 1971. A un ritmo equivalente, en la cesta de la compra un cartón de leche costaría hoy diez libras (12 euros), media docena de huevos cinco y un pollo casi 60 euros, según las estimaciones de Shelter, una ONG sobre vivienda.
Las casas de los diez barrios más caros de Londres valen igual que las de Escocia, Gales y Ulster
El precio medio de una casa habría pasado así de 6.500 euros hace 40 años a casi 300.000 en la actualidad, en cifras referidas a la media nacional. Sin embargo, es en la capital donde la explosión inmobiliaria ha alcanzado niveles de vértigo. Según un estudio reciente del que se hacía eco esta semana el «Financial Times», la región de Londres representa ya el 40% del valor del parque inmobiliario británico.
El inmobiliario de Londres y del sureste de Inglaterra alcanza ya un valor de más de dos billones de euros. Esta concentración hace que las casas de los diez barrios más caros de la capital equivalgan a la suma de los mercados de propiedad de Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Un fenómeno que, según explicaba Lucian Cook, responsable del estudio elaborado por la agencia Savills, al diario financiero «tendrá un impacto dramático al largo plazo en la movilidad laboral y en el ritmo y distribución de la recuperación económica».
Subidas del 50% en Westminster o Chelsea desde 2007
La concentración de riqueza y actividad económica en la capital es un motivo serio de preocupación en un país que busca estrategias de salidad de la recesión más grave desde los 70 en medio de fuertes políticas de austeridad. Aunque los incrementos de los precios de la vivienda en la capital comenzaron a ralentizarse el verano pasado, algunos indicadores del mercado inmobiliario londinense son de infarto. De media, los pisos y casas de la capital tardan en venderse apenas 5,4 semanas. En el resto del país, diez semanas.
Solo desde 2007, el año en que el mundo se acercó al abismo de la crisis –y en que los mercados inmobiliarios de varios países europeos, recalentados en el lustro anterior, comenzaron a enfriarse– los precios de la vivienda en Londres han aumentado un 15%. Pero en barrios como Westminster o el de Kensington & Chelsea, el incremento ha sido del 50%, empujados por el atractivo del inmobiliario londinenese como valor refugio para compradores del sur de Europa –italianos, griegos y españoles deseosos de poner sus rentas a buen recaudo–, y para las tradicionales fortunas de economías emergentes de países árabes, Rusia, China e incluso Indonesia o Malasia.
Este aluvión de compradores –con ciertas normas de afinidad, los compradores árabes prefieren Knightsbridge y Belgravia, los chinos, cada vez más, buscan cerca de Oxford y Cambridge pensando en la educación de sus hijos– dificulta cada vez más el acceso a la propiedad de los locales. Así lo advertía « The Economist » el verano pasado: «Para los londinenses, tiene sus desventajas. Por metro cuadrado, el inmobiliario en Londres es más caro que en cualquier sitio con la excepción de Mónaco, y mientras los precios de las propiedades en otras capitales y en el resto de Gran Bretaña han bajado durante la crisis, la demanda en el centro de Londres desde países emergentes ha empujado los precios aún más hacia arriba».
El efecto para los londinenses es que quedan atrapados en lo que Shelter califica de «trampa del alquiler». Según sus datos, el 59% de los adultos que no posee una casa cree que nunca podrá comprarse una en la zona en la que vive. En Londres, los alquileres crecieron de media un 4,8% el año pasado, mientras que los salarios aumentaron de media un 2,1%, equivalente a la inflación. El informe anual sobre vivienda que elabora el gobierno, presentado este mismo jueves, confirma que el porcentaje de propietarios de una vivienda en Reino Unido es el menor desde 1987.
El 65,3% de las casas británicas están habitadas en régimen de propiedad, según las estadísticas oficiales, la cifra más baja de los últimos 26 años. La revolución de los pequeños propietarios que alentó Margaret Thatcher en los 80 elevó la proporción de propietarios del 56,6% al 67%. El pico se alcanzó en 2003, cuando el 70,9% de las casas eran en régimen de propiedad. Desde entonces, el fuerte incremento de los precios y la reducción del crédito ha dejado fuera del mercado a muchas familias británicas, que deben luchar ahora además con el efecto de las políticas de austeridad impuestas por el gobierno Cameron.
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