Los sacrificios para los portugueses no se acaban con el año nuevo

«Los portugueses han hecho sacrificios considerables hasta ahora, evidentemente, pero conseguimos grandes progresos. Reconocemos que hay un gran aumento del desempleo, que duplicó, hay una gran presión sobre las familias pero el esfuerzo no fue en vano». Las palabras de Abebe Aemro Selassie, jefe de misión para Portugal del Fondo Monetario Internacional (FMI) no son sino la confirmación de la difícil situación que familias y empresas lusas vivieron el pasado año 2012. El punto de partida era muy negativo, con grandes desequilibrios macroeconómicos por lo que se ha tenido que hacer un gran esfuerzo para conseguir algunos progresos como la reducción de las tasas de interés por la deuda portuguesa, el equilibrio presupuestario o la reducción del déficit externo.

El 2012 fue especialmente duro para funcionarios y jubilados, que se vieron privados de sus pagas extras. Aquellos trabajadores del sector público que ganan entre 600 y 1100 euros brutos por mes, tuvieron cortes graduales, y por encima de 1100 euros los subsidios de vacaciones y Navidad se suprimieron totalmente. A este corte hay que sumar la reducción de entre 3,5 y 10% de los sueldos de las administraciones y empresas públicas y la disminución a la mitad de horas extras y nocturnas. Los jubilados han sufrido los mismos recortes que los funcionarios y las pensiones siguen congeladas a excepción de las mínimas.

Otro de los cambios del pasado año fue la reducción de la duración máxima del paro de tres años para 18 meses. El importe recibido disminuyó por lo menos un 10% y el periodo contributivo necesario para acceder al subsidio del paro pasó de 15 a 12 meses. Por otra parte, en el mercado laboral el Gobierno decidió permitir prolongar en 30 minutos por día el horario de trabajo en el sector privado, dejando a las empresas la decisión de cómo poner en práctica dicha medida, aunque en la mayoría de los casos no ha sido implementada. Lo que sí quedó decidido en el 2012 fue un nuevo calendario laboral que entra ahora en vigor, con cuatro festivos menos y la reducción de tres días de vacaciones. Además los contratos a plazo pueden renovarse por más tiempo y se han reducido las indemnizaciones en caso de cesión de vínculo laboral.

Los trabajadores portugueses se vieron afectados el año pasado por una sobretasa en sus sueldos del 1 a l 1,5%. Otra de las medidas que más ha afectado a los bolsillos de las familias ha sido la subida del IVA de muchos productos alimentarios que han pasado de tener la tasa reducida del 6% a la máxima del 23%. La restauración, por ejemplo, tuvo una subida de 10 puntos pasando del 13 al 23%. Además los portugueses también pagan más por sus coches y por sus casas.

En lo que se refiere a la sanidad, las tasas moderadoras para las consultas y urgencias se aumentaron considerablemente. Por ejemplo, para ir al médico de familia en el ambulatorio se pasó de pagar 2,25 euros a 5 euros y en las urgencias del hospital se pagan 20 euros en lugar de los 9,60 anteriores. Además el personal del área de salud, médicos y enfermeros, han visto reducidas considerablemente sus horas extraordinarias así como el montante recibido por las mismas.

Los portugueses no consiguen ver todavía la luz del túnel ya que en el 2013 los impuestos se incrementarán todavía más. Para empezar, todos los trabajadores van a ver reducido su salario un 4%, correspondiente a una tasa adicional extraordinaria. Un corte que se suma al de los nuevos escalones contributivos que implican también mayores retenciones en todos los contribuyentes. Y por si fuera poco, cada vez son menos los gastos que se pueden reducir en la declaración de la renta.