OPINIÓN

Amistades que se lleva la marea

UN AS EN LA MANGA

Es muy necesario mostrar humildad, empatía, gratitud y amistad

Un grupo de periodistas en el pasado Trofeo de SM la Reina SAILINGSHOTS

MARC BERNAD SUELVES

El cambio de armario hace semanas que está hecho y empiezan a sonar campanillas. Toda una señal de que ya se vislumbra la Navidad. Por lo menos si van por las calles, de noche, están encendidas las luces así que la cuenta atrás ha arrancado ... de manera oficial. Y con ello, en términos de vela, es que llegan las 'horas valle'.

Sí, habrá en los próximos meses regatas de relumbrón como la Christmas Race en Palamós y la Sydney Hobart, pero en definitiva habrá un parón para reflexionar y preparar lo que será la temporada 2026.

Desde aquí les propongo uno, con total humildad, que quizás sorprenderá, pero muy necesario. Y es mostrar empatía, gratitud y amistad.

Durante la Navidad se hacen multitud de propósitos y muchos clubes náuticos, regatistas y federaciones tendrán que reflexionar y reformular sus modelos. Pero también, pese a que pese a más de uno, tratar con periodistas. Porque nos necesitamos para seguir haciendo crecer este pequeño mundo tan trepidante, maravilloso y adictivo como es la vela.

Hace unos días estuve en Madrid comiendo con Pedro Sardina y Almudena Rivera y la vela, que fue la que nos unió, acaparó minutos y minutos de conversación. Normal. Almu y un servidor escuchamos y aprendimos porque si a alguien hay que tener muy en cuenta cuando habla de vela es a Perico. Y uno de los aspectos que me perturba es que desde que dio un paso al lado (o le obligaron a dejarlo) pocos han sido los que le han llamado para ver cómo está. Ni mucho menos es un reproche, pero no deja de dar pena porque fue, y es, una persona que dio todo por la vela. Algunos dirán que hizo cosas mal, no lo sé, pero seguro que hizo muchísimas bien porque lo he visto.

Sí, todos tenemos claro que mientras escribimos en un medio de comunicación valemos mucho y cuando dejamos de hacerlo, desaparecemos. Pero es una pena porque todos somos personas. Por ello, ahora en Navidad saquen dos minutos en estas horas valle para sembrar y no dejar morir una amistad.

No sean como la marea, que viene y va.

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