Sinner: «Recibí mensajes de jugadores que no esperaba y no recibí nada de otros de los que sí podía esperar algo»

Pese a dicho debate y a la cantidad de ojos que se posarán sobre su figura y su juego, Sinner aseguró en sala de prensa antes del inicio del torneo que está feliz por el regreso, que asume que será especialmente vigilado y que aún así no afronta con miedo el momento de volver a saltar a la pista.

«Estoy muy contento por estar de regreso. Ha sido una pausa muy, muy larga, durante la que he podido disfrutar de mi familia y mis amigos. Lo que será más bonito es volver a jugar, reencontrarme con el público. También sé que habrá presión, que hay dudas y preguntas sobre mi nivel de juego... es algo normal, pero no me da miedo volver a jugar», aseguró el italiano.

Sobre su castigo, muy criticado por haber sido fruto de un acuerdo con las autoridades antidopaje, Sinner explica que «cuando te enfrentas a la justicia deportiva sabes que puede ir en los dos sentidos, todo o nada. En mi caso hubo un acuerdo, que era algo que no quería al principio y que no fue fácil para mí de aceptar, ya que sé qué ocurrió de verdad, pero hay veces que hay que buscar lo mejor posible dentro de una mala situación. Es lo que hicimos. Ahora todo ha terminado».

Preguntado por el posible reencuentro en la pista y en los vestuarios con compañeros que aceptaron o criticaron la sanción, el italiano reconoce que «el año pasado fue muy difícil, no podía hablar con mucha gente de lo que pasaba. El tenis es un deporte muy individual, cada uno hace sus cosas. Durante estos tres meses no he hablado casi con nadie. Un poco con Jack (Draper), que vino a entrenar conmigo (en Montecarlo) porque somos muy amigos». «Al principio de la suspensión recibí mensajes de jugadores que no esperaba recibir y al contrario, no recibí nada de jugadores de los que sí podía esperar algo», confesó.

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Acerca de cómo le pueda haber afectado el tiempo obligado de inactividad, Sinner asegura que no le ha cambiado. «Soy el que era el año pasado. Es evidente que ahora me siento más liberado porque este caso ya no planea sobre mí, pero no creo que me haya cambiado en mi personalidad. He entendido que fuera de las pistas de tenis es muy importante estar bien rodeado».

«He vivido mis días a otro ritmo, el de mis amigos, el de mi familia, y eso me ha hecho bien. Estoy contento de cómo hemos gestionado todo esto porque no era fácil», agregó.

Lógicamente existen dudas sobre el nivel que podrá mostrar en su regreso a la competición, porque por mucho que haya trabajado físicamente y entrenado, el parón podría haber afectado a su ritmo competitivo. Por eso, aunque asegure que no ha cambiado en estos tres meses, no se pone metas muy altas. «Realmente no tengo muchas expectativas. Quiero reencontrarme con las sensaciones de la competición, ver mi nivel... Mi objetivo es Roland Garros, y estoy aquí para ver en qué punto estoy, para tratar de pasar la primera ronda, no para batir a todos. Veremos después del primer partido hasta dónde llego. Cada partido será difícil, pero estoy muy tranquilo. Estoy bien física y moralmente, descansado. Eso se notará en el final de la temporada».