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Copa Davis

La fan número 1 de España

Ana María Núñez Guzmán sigue el tenis desde los 10 años, ya jubilada recorre el mundo para animar a los españoles allá donde vayan

Ana María Núñez, con el grupo de aficionados españoles en Osijek
Laura Marta

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En el pabellón de Gradski en Osijek, el equipo español de Copa Davis lucha por remontar la eliminatoria y superar a Croacia. No están solos. A un lado de la grada, justo detrás del banquillo español, casi una cincuentena de españoles anima, sufre y se apasiona con lo que acontece en la pista. ¿Residen allí? «¿Qué dices, niña? Yo soy de San Roque».

Habla Ana María Núñez Guzmán , líder del equipo español de animadores de la Copa Davis , desplazados este fin de semana a la Croacia profunda, como en otras ocasiones han viajado a Argentina, a Transilvania en Rumanía o a la India. «Y si nos dicen que tenemos que ir a Siberia, allá que nos vamos», sentencia afónica para ABC, aunque sin dejar de animar a Feliciano López. «Es que está regular con la espalda, y mira, le están tirando todo el rato a los pies y no puede. Y hay que animarlo más», añade antes de gritar «Vamos, Marc, eres el mejor».

Ana María se enganchó al tenis cuando Manolo Santana comenzó a ganar torneos. «Yo jugaba, pero en aquella época. Tenía 10 años y mira si ha pasado ya de eso. Pero yo sigo todo el tenis: las previas, los futures, los challenges... aunque no jueguen los españoles. A mí es que me encanta el tenis», subraya esta maestra jubilada de 66 años. Se retiró de la escuela hace cinco y desde entonces viaja por el mundo siguiendo los torneos . El año pasado se recorrió todos los de Europa, y saltó a la fama de las redes sociales en la final de Roland Garros, animando a Garbiñe Muguruza con su estampita y su corona de flores en el pelo.

En Osijek lleva otra parecida, pero con los colores de España, como su habitual polo reglamentario y para este fin de semana, también las uñas. Pero a la Copa Davis ya no viaja sola. Lidera un grupo de apasionados del tenis, y del torneo por equipos, que siguen a España allá donde van. Un par de aficionados ha llegado a esta eliminatoria desde España en coche. Esa es la pasión que los une a todos: el tenis y España. «Nos marcamos el calendario con las eliminatorias. Hablamos con las Federaciones para saber dónde se va a jugar y reservamos ya el hotel, el avión y lo que haga falta. La Federación Española no nos subvenciona, ¿eh?, que quede claro. Que lo hacemos por nuesta cuenta. Antes iba sola y hoy hay unas cincuenta personas en el grupo», señala orgullosa de sus compañeros, de Valladolid, Huelva, Sevilla, Cádiz, Vinaroz. Todos con sus banderas personalizadas. Todos igual de uniformados que ella y también todos afónicos de tanto animar.

Cada ronda de la Davis les sale por unos 3.000 euros, y hay cuatro al año. Ella ya ha presenciado 23 eliminatorias . Además de todos los torneos que recorre de forma individual, con todos los partidosde Roland Garros, por ejemplo, a 4.000 euros la quincena. Y tampoco se pierde los entrenamientos. « Son nuestros niños . Tenemos que animarlos. Anda que no sufrimos aquí con Pablo en el primer partido. Y tenemos trato con ellos, pero yo sé que tienen que estar concentrados para jugar. No tengo fotos con ninguno de ellos, porque yo molestar, nada. Tenemos más relación con los familiares, eso sí», señala mientras muestra un mensaje de la madre de Roberto Bautista.

No quieren darse demasiada publicidad porque hay unas normas básicas para agrandar el grupo: « No queremos gente que solo vaya por un jugador . Si solo vienes cuando juega Rafa [Nadal] no nos interesa. Y mira que yo soy muy de Rafa, pero igual que lo soy de los demás. Nadalistas no quiero, quiero apasionados del tenis como yo». La Copa Davis la entiende como una familia: bien los jugadores dentro de la pista,bien ellos como afición. «Es que en la Davis te puedes expresar, puedes gritar, puedes sacar tus emociones . Y eso es muy bonito porque sientes que hay más compañerismo», dice antes de recitar el resultado del partido de Carreño o de cualquier otro por el que le pregunten. Se acuerda de todo lo que ha visto, incontables los partidos: «Sobre todo, la final de 2011 en Sevilla contra Argentina. Con Juan Martín [del Potro] con unos lagrimones... Y otro partido que me marcó mucho fue la final de Wimbledon entre Steffi Graf y Jana Novotna. «Iba 5-0 o algo así, una barbaridad, y perdió. Se pasó luego llorando un rato en el hombro de la princesa de Kent. La gente no se acordará pero yo sí». Como la recuerdan los jugadores y todo el equipo de la Davis.

Quiso cambiar el mundo durante su vida laboral con sus clases a niños y adultos, con y sin discapacidad. Después, metiéndose en la política de su pueblo, San Roque. Ahora les cambia los ánimos a los tenistas españoles, jueguen donde jueguen. Saben que si miran a la grada, con un sombrero de flores, una estampita y la bandera española de San Roque hay alguien protegiéndolos y cuidándolos. «Mira si los cuido que en casa, cuando juegan, siempre pongo una vela. Y cuando no estoy en casa, me he encontrado un reloj que le puedes poner una luz que parece la vela». Y con la bandera de España.

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