Nadal sigue su camino

De entrada, frío porque el ambiente no acompaña, Nadal patina y entrega su servicio en blanco. Break y a remar en la Raniero III, que no tiene apenas alma para despedir la jornada. Cuando se va el sol, la gente recoge sus bártulos y da igual si está Nadal o el que sea. Montecarlo es así.

Hay demasiadas alternativas en un set que el balear parecía tener controlado, pues recupera el saque perdido y se va hasta el 4-1. Va mejor con el revés que con la derecha, y seguramente la distancia no es tan grande viendo cómo le pega Schwartzman . El suramericano, con Estambul 2016 como única presa en su museo, golpea profundo y con rabia, aceptando sin complejos el intercambio de golpes desde el fondo de la pista.

Sucede, sin embargo, que su reacción se queda a medias. Nadal ve cómo le recortan el terreno y se llega hasta el 4-4 y 30-40 para el argentino, pero ahí es donde mejor compite el campeón de 14 grandes, que cierra el puño a los 52 minutos para tomar la delantera. El paso es importante.

Nadal tuvo más dudas en la segunda manga. Tras un buen comienzo, con break al argentino, el balear cedió cuatro juegos seguidos en una crisis repentina. Nadal solventó la papeleta con la misma receta sobre Schwartzman para firmar otra victoria. No es la más brillante, pero le vale, necesitado ahora de alegrías para confirmar esta reconquista. Mira hacia adelante y ve que le quedan solo dos etapas para volver a alzar un trofeo, la primera de ellas este sábado contra Goffin. Nadal sigue por el buen camino.