El duelo de primera ronda del Masters de Roma entre Sara Sorribes y Camila Giorgi tuvo un protagonismo inesperado en la figura del padre de la italiana, cuya actitud obligó a pedir ayuda por walkie-talkie a la juez de silla ... al verse amenazada.
Segio Giorgi, sentado en la grada a escasos metros de Lara Morgane , la árbitra principal, había realizado indicaciones y críticas en varias fases del partido, obligando a ésta a llamarle la atención. «Estoy hablando con las jugadoras. Señor, por favor, no se dirija a mí».
Omg, the umpire asked for someone to be around her because she's afraid of Giorgi's father because he's mad. This is insane! pic.twitter.com/LbDun41xB1
La situación se fue complicando según avanzaba un largo partido que se fue hasta las cuatro horas, y que acabó ganando Sorribes en tres sets (7-6, 6-7, 7-5). A tal punto llegó el grado de amenaza que la juez de silla agarró su walkie-talkie para solicitar ayuda: «¿Es posible que venga alguien? El padre de Giorgi está muy enojado y me gustaría tener a alguien aquí», susurró mientras el padre de Giorgi mantenía la mirada puesta en ella.
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