España pierde la categoría

Al número una de esta España de serie «B» le pesó la responsabilidad en el día más importante. No puede haber reproches ni en él ni en los que han acudido a Brasil a defender estrella, pero es verdad que Bautista estuvo más nervioso que en otras ocasiones, irregular en un encuentro cien por cien de Copa Davis.

Se jugó desde la pasión, algo más encendida la grada pese a que tampoco esta vez hubo lleno. Bellucci, 83 del mundo pese a tener mucho más nivel que el que indica ese ranking, se dejó llevar por el calor de su gente y le pesaron los primeros juegos del cuarto punto, lento de piernas y errático con las manos. En una notable puesta en escena, Bautista tomó la iniciativa y se estiró hasta el 4-1, ilusión en el banquillo español.

Duró poco porque reaccionó Bellucci, aunque buena culpa de ello la tuvo Bautista. El castellonense fue demasiado irregular y permitió que su contrincante recuperara el terreno perdido, disparado para apuntarse el primer set. Sumó cinco juegos del tirón y complicó aún más las cosas al quince del mundo.

Se reenganchó España a la batalla en la segunda manga. La ganó bien Bautista, aunque mantuvo la misma línea intermitente que le castigó al final. Tiene golpes muy buenos y su progresión ha sido evidente, pero falló tiros cuando no debía y alentó a Bellucci, que le da bien por ambos lados.

El tercer parcial resultó definitivo porque terminó con la fe de Bautista. Empezó muy mal el castellonense, aunque dio visos de mejora. Incluso recuperó el break que le limitó desde el inicio e inmediatamente perdió su servicio, demasiadas gentilezas en un duelo de Copa Davis. Su cara le delataba y no encontraba consuelo en los consejos de Moyá, que firmó por un año y ahora está pendiente de su futuro.

Cuando Bautista perdió el set, asumió que era una quimera pensar en la remontada. Volvió a hacer la goma en el cuarto y volvió a tropezar, desganado en un triste desenlace. España tiene que luchar en 2015 por volver a su sitio, empachada de éxito desde que probó la gloria en el diciembre de 2000.