tenis
El ocaso de Federer
El tenista suizo, que ha caído al séptimo puesto del ranking por primera vez en diez años, afronta el US Open como número 7
emilio v. escudero
Diez años después, la raqueta de Roger Federer vuelve a ser vulgar. El suizo, instalado en la elite desde 2003, ha visto cómo este lunes su ranking caía hasta la séptima posición, superado por Berdych y Del Potro tras ... un año que está siendo un verdadero calvario para él y que le obligará a afrontar el último grande del año como séptimo cabeza de serie.
La derrota ante Nadal en cuartos de final de Cincinnati ha sido el último mazazo para el suizo en un año muy complicado en el que sólo ha logrado un título ( Halle ) y ha pisado una final (la del Masters 1000 de Roma ). De acabar así, sería su temporada menos fructífera desde que estrenara su palmarés, allá por 2001 en el torneo de Milán. Desde entonces, ha llovido mucho. Federer comenzó en ese momento un vertiginoso ascenso que le llevó a dominar el tenis mundial durante mucho tiempo. Luego tuvo que lidiar con un joven insolente llamado Rafa Nadal , que pronto se convirtió en su peor pesadilla, y más tarde aparecieron Djokovic y Murray para terminar de amargarle la vida. Aún así, el suizo siempre ha sabido encontrar su momento para darse alegrías. Once temporadas consecutivas levantando al menos un grande o un Masters 1000 le habían servido para mantenerse entre los mejores... hasta hoy.
«Si juega al nivel de este partido, le auguro un buen final de temporada» , aseguraba Nadal después de apearle de las semifinales de Cincinnati en un partido, el enésimo entre ambos, que fue una obra de arte del tenis.
A pesar de esos signos de resurrección, Federer ha comenzado la semana como séptimo jugador del mundo, algo que no le ocurría desde Febrero de 2003. Cuando se celebre el sorteo del último grande del año, el US Open , el de Basilea aparecerá en la «pedrea» y será un rival incómodo para cualquiera que se cruce en su camino, como demostró el viernes ante Nadal.
Aunque no esté en forma, su raqueta tiene el peligro de antaño. Es capaz de ganar a cualquiera y, con el orgullo herido, puede ser aún más peligroso. Habrá que ver cómo reacciona al hecho de tener que medirse con los mejores desde el principio, enfangado en primeras y segundas rondas complicadas. Vuelta a los orígenes.
Optimista para el futuro
«Estoy feliz con mi progresión» , reconocía el suizo tras caer con Nadal. «Creo que podría haber ganado el partido, pero Rafa ha tenido más confianza en los momentos importantes del partido. Aún así, creo que he dado un paso en la dirección adecuada ». Las palabras de consuelo de Federer denotan su fe en volver a codearse con los mejores.
Era el duelo 31 entre ambos tenistas y, como suele ocurrir en los últimos tiempos, el triunfo fue para el balear, que domina por 21 a 10 . Sería una frivolidad decir que ese podría haber sido el último enfrentamiento entre ambos, pero sí que parece que no quedarán muchos más. Eso, si Federer no pone fin a su decadencia, más evidente en los últimos meses y que tendrá en el US Open una nueva prueba.
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