El rugby francés, harto de los «catalanes» del Perpiñán que agreden e insultan

Seguidores «catalanes» —así les denominan en Francia y, de hecho, su escudo y banderas son idénticos a la bandera de Cataluña— han protagonizado últimamente noticias de tinte violento.

La última, este miércoles, cuando un tribunal de Perpiñán condenó a un aficionado del USAP a seis meses de prohibición de entrar en el estadio Aimé-Giral donde disputa los partidos el equipo occitano. La sentencia castiga un incidente ocurrido hace casi un año, el 11 de mayo de 2024, una vez finalizado el encuentro liguero que el Perpiñán perdió ante el Clermont (28-35). El árbitro del mismo, Jérémy Rozier, fue objeto de numerosos insultos por parte del público local cuando se retiraba a los vestuarios. Y en plena bronca, un espectador le lanzó una jarra de cerveza.

Identificado en las grabaciones de las cámaras de vigilancia del estadio, el agresor fue denunciado por el propio USAP. El club, que ya estaba apercibido por incidentes anteriores, tuvo que pagar 25.000 euros de multa, impuesta por el Comité de Disciplina de la Liga Nacional de Rugby (LNR).

Hace dos semanas, el pasado 1 de marzo, durante el partido ante el Union Bordeaux-Bègles (17-29), una aficionada «catalana» fue cazada por las cámaras de Canal Plus Francia haciéndole un insultante gesto con los dedos al apertura visitante Matthieu Jalibert cuando salía del campo. No fue la única. El jugador del Burdeos fue abucheado e insultado por numerosos seguidores, algunos de los cuales realizaron cortes de manga dirigidos contra él.

Jalibert reaccionó en las redes sociales publicando un irónico mensaje: «Siempre bien recibido aquí, una gran imagen de nuestro deporte». El revuelo provocado, y los antecedentes conocidos, llevaron al USAP a emitir un comunicado de prensa en el que condenaba estas acciones:

«El estadio Aimé Giral es un lugar de pasión, de intercambio y de convivencia apreciado por su ambiente por numerosos jugadores, entrenadores y aficionados de otros clubes del Top 14. Esta pasión nos trae grandes momentos de alegría, y a veces grandes decepciones. Una pasión entera y sincera, que nunca debe llegar a ser excesiva en palabras y gestos.

En el último partido, esta línea fue cruzada por una minoría de personas a las que condenamos pero que nos negamos a equiparar con nuestros seguidores. El apoyo y el fervor del público catalán es una de nuestras mayores fortalezas y nunca intentaremos censurar esta pasión, pero los insultos no son aceptables. Lamentamos que las acciones de una persona irresponsable hayan manchado la imagen de nuestros aficionados y de nuestro club.

Contamos con la responsabilidad de todos para que estos comportamientos antideportivos, contrarios a los valores de nuestro club, no se repitan en el recinto de Aimé Giral.

VISCA USAP».