Esbozos y rasguños
Joyas robadas
El hecho de que Bellingham, estrella del combinado nacional de los Tres Leones, no haya jugado todavía ni un minuto en la Premier es una rareza que roza lo milagroso
Noches que no olvidaremos
El de mantenimiento
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónDentro de los fichajes que salen bien, los hay buenos, muy buenos y ya luego están las joyas robadas. A esta última y selecta categoría pertenecen los jugadores que, además de ofrecer un rendimiento espléndido, suponen un movimiento estratégico para el club por el tremendo ... golpe infligido en la línea de flotación de un rival directo. Joyas robadas no hay tantas porque no suelen darse esos aciertos (y errores) entre adversarios de manera habitual. Tienen que coincidir muchos factores distintos al mismo tiempo: sentido de la oportunidad, olfato, edad del jugador, un coste por debajo del mercado, torpeza del rival, etc. No es, desde luego, un golpe fácil de dar.
Kroos, por ejemplo, fue una de las últimas grandes joyas robadas en Europa: su fichaje supuso arrebatar un centrocampista de época a un eterno rival como el Bayern de Múnich por un precio ciertamente ridículo. Eto'o recalando en el Barça ante la desidia de un Real Madrid que todavía conservaba derecho de tanteo por el camerunés fue otra joya robada. Sacar a Roberto Carlos a precio de saldo del Inter de Milán es un golpe que hubieran podido firmar grandes artistas del guante blanco como Lupin, Flambeau o la banda The Bling Ring. Hay más casos: Pirlo, Seedorf, Henry, Piqué, Davids. Operaciones redondas con doble impacto. Lo que ganas y lo que quitas.
Bellingham tiene potencial para convertirse en la próxima gran joya robada. No tanto por lograr quitárselo al Borussia Dortmund, siempre un rival europeo a tener en cuenta, sino más bien por arrebatárselo a toda la Premier League. Especialmente en esta época en la que la competición inglesa atrae todo el talento y en la que va agrandando a pasos agigantados su distancia con el resto de las ligas europeas; ahora que sus equipos llegan a pagar verdaderos disparates por jugadores sin contrastar como si fueran fondos de inversión apostando por startups a medio cocer. El hecho de que Bellingham, estrella del combinado nacional de los Tres Leones, no haya jugado todavía ni un minuto en la Premier es una rareza que roza lo milagroso. Ni el Bernabéu, que sabe detectar la pureza de un diamante con lupa de viejo prestamista, se esperaba que Bellingham pudiera brillar de manera tan cegadora. La Premier tendrá que seguir mirando desde la distancia el fulgor de Bellingham como Gatsby observaba la luz verde de la casa de Daisy al otro lado del embarcadero. Tan cerca y tan lejos.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete