Del enfado a la falta de recursos

El alemán se desmarcó de las acusaciones generales para centrarse en el fútbol puro, sin entrar a juzgar las dimensiones burocráticas de ese viaje obligado.

En esas condiciones, Hazard reapareció como titular. Butragueño elogió su entrega y su intención de rendir bien: « Es un jugador de mucha calidad». Eden Hazard es un futbolista criado en el frío , desde Bélgica a Inglaterra, pero regresar a la titularidad en el congelador de El Sadar no era el sitio ideal para demostrar la calidad. El delantero fichado hace dos años por 105 millones quiso plasmar esa clase en ese campo escarchado tomando las riendas de la creación ofensiva, pero se sintió solo en esa misión.

La estrella no constaba en el once inicial de Zidane desde el 28 de noviembre, cuando se lesionó frente al Alavés en un partido que acabó en derrota. Tras un mes de recuperación disfrutó de trece minutos ante el Elche y de un cuarto de hora en la victoria sobre el Celta. Por fin, anoche era protagonista y dirigió el ataque en una labor compartida con Modric. Fue el noveno encuentro de Eden, como le llaman, en esta temporada. El trigésimo primero desde que vino al club blanco hace año y medio. Las lesiones le han obligado a escribir este balance tan discreto.

El estado del césped alimentó el «centrocuentismo». El balón no llegó con facilidad a los delanteros de Zizou. Modric quiso enlazar con Hazard para conseguirlo y los dos atacaron especialmente el objetivo de encontrar el gol, una meta que no alcanzaron.

El Real Madrid necesitaba ganar y Hazard buscó el acierto final con sus pases. Demostró su talento técnico al jugar de espaldas, con centros precisos y controles perfectos, para trazar diagonales de gol a Marco Asensio, el hombre del disparo ideal. El mallorquín disfrutó de uno de esos centros y su tiro fue rechazado por Herrera.

El paso adelante de Hazard era la mejor noticia en un Real Madrid que sufría en ese campo para imponer su teórica superioridad. Todo se complicó aún más cuando la nieve volvió a caer con fuerza a la hora de partido. El estado de la hierba beneficiaba el despliegue físico y Osasuna impuso una pelea biológica para contrarrestar la clase de sus rivales.

El duelo exigía pulmones y Valverde sustituyó a Marco Asensio. Hazard seguía en el campo porque era el hombre que mayor visión de juego tenía. Modric se colocó como media punta para combinar con el belga, que se movía por la derecha y por la izquierda en la búsqueda de huecos.

El campeón vigente asumió riesgos en su necesidad de marcar. Hazard recibió alguna patada de miedo para impedir su regate . Cada entrada al belga era una preocupación después de la serie de lesiones que ha sufrido.

El Real Madrid pasó al fútbol directo. Hazard dio pases a Ramos y Varane en la caza del balón aéreo. Zizou quitó al belga a los 75 minutos para dar salida a Mariano, un cambio que no se entendió, porque se iba el mejor creador. Este partido nació con los blancos encerrados un día antes en un avión y acabó en un cerrojo del marcador.