Ancelotti echa el freno a Camavinga

Esas amonestaciones le dieron un escarmiento. Obligaron al técnico italiano a cambiarle, sin desearlo, en tres ocasiones, dos de ellas antes del descanso. Ancelotti lo tuvo que hacer frente al Osasuna, cuando el francés vio la tarjeta en el minuto 28 . Relevado en el intermedio, el Real Madrid lo acusó, pues faltó presión ofensiva y el cuadro navarro puntuó en el Bernabéu. La historia era conocida por el centrocampista, pues también fue amonestado en Cornellá antes de la media hora y ya no salió en la segunda parte. Los blancos perdieron el partido. Fue castigado igualmente ante el Mallorca, nada más comenzar el segundo acto , y el italiano le quitó del campo a la hora de juego.

La cuarta cartulina, en Mestalla , al final del encuentro, era más justificada tácticamente, pues cortó un contragolpe peligroso del Valencia. Ahora ha aprendido la lección en una Liga que tiene «una barra de medir muy diferente a la francesa».

Es, Camavinga, un hombre importante para Ancelotti, quien ha sabido domar su potencia y «exprimir su eficacia» sin buscar el conflicto. El entrenador le ha enseñado cómo ser fuerte en la presión y no ser castigado con tarjetas. El jugador «va a ser muy necesario» en las rotaciones y «un arma de reacción» en muchos segundos tiempos, como ocurrió frente al Sevilla, diagnostican desde Valdebebas. Estaba acostumbrado a un juego mucho más duro y el cuerpo técnico le ha hecho aprender para que sea menos explosivo en la presión pero igual de eficiente. Ahora entra con decisión sin buscar el golpe.

Su compatriota Benzema «le da buenos consejos» desde que llegó a España. Ha ejercido de padrino de "un muchacho joven, todo energía, pura sangre» de origen angoleño y congoleño, que va duro a todos los balones y no se corta un pelo. Le ha dicho que sea práctico sin pasarse de la raya.

‘Cama’ fue clave en la victoria frente al Sevilla, al lado de Valverde , otro hombre de mil revoluciones por minuto. Los dos le pusieron una sexta marcha al Real Madrid y ayudaron a Casemiro en una labor tan sórdida como fundamental. Para el brasileño es una bendición tenerlos a su vera.

El francés es uno de los quince futbolistas titulares que tiene elegidos Ancelotti en su reparto de esfuerzos. El chico «está totalmente concentrado en triunfar en el club», señalan en la casa, y lleva una vida casi monacal. Llega muy pronto a los entrenamientos y es uno de los mejores en cada sesión gracias a esa fuerza imparable.

En el club están contentos porque su clase es muy superior a lo que parecía en Francia , donde se encargaba principalmente de robar balones. En el Real Madrid ha demostrado que «tiene calidad en el pase y en el disparo ». Es un jugador que destaca en las recuperaciones de balón para llevarlo hacia arriba con velocidad y es excelente en «las paredes y el toque en corto». El secreto de Ancelotti es saber dosificar sus caballos de potencia.