Carolina Robles, recalificada para la final de los 3.000 tras ser la damnificada de una caída

Carolina se fue al suelo al no poder esquivarla y dio un costalazo importante en el tartán del Estadio Olímpico de Tokio , pero la quinteña se rehízo rápidamente y prácticamente siguió corriendo como si no hubiera pasado nada cuando sí pasó. Una caída así en una prueba de este tipo limita muchísimo las opciones del atleta afectado, y éste fue el caso de Carolina. Tuvo el coraje de terminar la prueba aunque ya muy alejada de los puestos y los tiempos donde pretendía estar. Ya no pudo reenchangarse a la carrera , pero se batió el cobre en la cola de la misma y peleó hasta el final, dolorida en la espalda y la cadera . Fue penúltima en meta (9.45.37), por delante de la israelí Adva Cohen.

«Estoy bien, son circunstancias de carrera. Estaba en una posición en que me veía muy bien , pero no he dudado en levantarme, porque yo quería ser olímpica y llegar a la meta. He intentado cambiar de ritmo, pero ya no he podido. Hay que aceptar la vida como viene y lo seguiremos intentando », comentaba la sevillana en declaraciones a Televisión Española . Una hora después, en la aplicación de la norma 17.2.1, el juez decidió integrarla en la final «por no poder avanzar durante la carrera por la caída dentro de su propio grupo».

Tras esta decisión, el miércoles 4 (13.00, hora peninsular) Carolina Robles será la segunda española en disputar una final olímpica de 3.000 metros obstáculos, tras Zulema Fuentes-Pila en 2008 (12ª). Habría sido muy injusto, por las circunstancias que se dieron en carrera, que la obstaculista de Montequinto se hubiera marchado de estos Juegos con mal sabor de boca y la duda de qué habría sucedido si esa caída no se hubiera producido. Ahora tendrá otra oportunidad más para correr en Tokio. En una final olímpica nada menos, con las medallas en juego . Palabras mayores y éxito merecido para Carolina Robles, que hizo un tremendo esfuerzo en los últimos meses, superando incluso una lesión en el mes de abril, para conseguir la añorada clasificación para los Juegos Olímpicos.