JUEGOS OLÍMPICOS | TENIS
Londres 2012: Murray, por fin
El británico, después de muchos intentos fallidos, gana con el oro un evento importante para liberación personal y de su gente
ENRIQUE YUNTA
Andy Murray ya no es un perdedor . El escocés, que estos días es el británico preferido de la gente, por fin tiene su gran triunfo, señalado desde hace tiempo por su pueblo para acabar con el maleficio. Desde 1936 no hay triunfos británicos ... en un Grand Slam y vale esta medalla de oro como sustitutivo, más especial si cabe porque la victoria se produce en Wimbledon y ante el legendario Roger Federer. Murray ya está en paz .
Es la historia de un tenista que nació en el momento equivocado , castigado por la autoridad con la que han mandado Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic durante todos estos años. Murray es un jugador descomunal y seguramente hubiera sido el mejor del momento en otros tiempos, pero le superan tres genios, una coincidencia fantástica.
Hasta ahora, ha disputado cuatro finales de Grand Slam y todas han terminado de la misma manera . En la tres primeras, ni siquiera fue capaz de sumar un set, cero de nueve. En la última, hace menos de un mes en Wimbledon, empezó ganando a Roger Federer, pero terminó llorando, castigado por la lluvia porque hubo un partido totalmente diferente después de que se cerrara la central.
Pero ahí aprendió y vio que era posible, que estaba cada vez más cerca. No ha sido en un grande, pero sí en unos Juegos, desbordado el patriotismo en el All England Tennis Club. "Después de perder la final Wimbledon, necesitaba algo como esto. Todas las veces que he perdido en una final de Grand Slam he tenido un momento difícil y me ha costado unos meses recuperarme. Pero venir aquí otra vez con la motivación de jugar en los Juegos Olímpicos y con el apoyo que he tenido ha sido toda la motivación que necesitaba ", señalaba antes de la final.
Tiene ocho Masters 1.000, 22 títulos individuales en total, cientos de victorias a la contra porque en ese sentido nadie es mejor que él. Murray tiene la virtud de jugar muy bien y de hacer que el enemigo lo haga mal , desesperante para muchos rivales que no encuentran hueco en el muro escocés.
En lo más alto del podio, se acuerda de todo lo que ha vivido hasta ahora. Aún no tiene ese grande, a la espera de acabar con el maleficio que persigue a Gran Bretaña ya que no hay alegrías desde 1936, cuando Fred Perry, pero siempre podrá decir que ganó una medalla de oro en Wimbledon y a Roger Federer . Por fin el momento de Murray.
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