fútbol
España paga el desgaste de sus éxitos
Mata, Javi Martínez y Jordi Alba vinieron tras descansar once días; el resto de jugadores llegó corto de pretemporada; faltaron dos semanas para ponerse a punto
España paga el desgaste de sus éxitos
Video.
Nadie puede dormir. Si después de los partidos nocturnos, la adrenalina no se rebaja hasta las seis de la mañana, el fracaso en una competición significa horas y horas de lamento, de reflexión y de rabia por la derrota. De Gea anunciaba la ... noche en vela. "Hoy nadie podrá cerrar los ojos". La selección olímpica española, considerada favorita en las apuestas, ha roto los pronósticos. La presencia de Mata, Jordi Alba y Javi Martínez eran una clave de esa candidatura, solo discutida por la Brasil de Neymar. Pero España no ha organizado bien la planificación de estos Juegos. Ha pagado el precio de un calendario excesivo. Ha pagado el desgaste de unos éxitos del fútbol español que obligan a los futbolistas a tener menos vacaciones y ser la diana de todos los rivales.
Quince jugadores de Milla comenzaron una pretemporada a toda velocidad para alcanzar la forma por la fuerza. Se hizo el trabajo de un mes en veinte días. Por eso se quejaron los músculos de Muniaín, que no disputó el primer encuentro, ante Japón . Todos llegaron con la preparación justa. Habría hecho falta una semana más de entrenamientos tranquilos, sin forzar la máquina. El seleccionador reconocía que debe estudiar con su cuerpo técnico qué se ha hecho mal. Alude a esa falta de días para preparar bien los Juegos. "Pero España posee un calendario muy cargado", manifiesta con semblante reflexivo.
Los tres campeones de la Eurocopa, que completaban el plantel de dieciocho elegidos, han vivido la situación contraria. Solo han tenido once días de descanso y se han incorporado al conjunto como si fuera su final de temporada, no el principio de la siguiente. Mata ha jugado bien. Javi Martínez comenzó a sentirse a gusto en el partido frente a Honduras, ya a remolque del marcador. Jordi Alba también empezaba a penetrar por su banda como es habitual. Pero dos partidos con un gol en contra eran demasiado. La expulsión de Íñigo Martínez en el primer encuentro les privó de la reacción, sacrificados con un hombre menos. Y ante los hondureños la ansiedad impidió que "veinticuatro remates de gol", como subraya Javi Martínez, encontraran portería. Tres remates a la madera y a la calle tras cinco días de competición.
Iker Muniain admitía la decepción con la sinceridad de su juventud: "Ha sido un palo muy duro" para la selección española. Acusaba al colegiado por "no señalar dos penaltis claros a Rodrigo y Adrián. Estamos fastidiados". Lo dijo con otra palabra.
"Debemos levantarnos del golpe", declaraba Javi Martínez. "El fútbol es injusto". También se dolía de los penaltis escamoteados por este Juan Soto que en vez de árbitro debería ser castigado con la pena máxima del comité arbitral de la FIFA. No es malo, sino peor. Aunque España no debe ampararse en el árbitro, por nefasto que sea. Ha recibido dos goles en dos partidos y siempre fue a remolque de marcador. A remolque de Los Juegos, una competición que castiga a quienes no saben anticiparse a los acontecimientos ni reaccionar ante la adversidad. El conjunto español falló goles estrepitosamente. Envió tres remates a los postes. La ansiedad precipitó sus disparos.
Pesó también la comparación con la selección absoluta. Llevan un mes escuchando que deberían hacer el triplete, tras el éxito de la Eurocopa y de los sub 19. Y ellos llegaban con la preparación justita. El fiasco es grande.
Noticias relacionadas
Ver comentarios