Ignacio Fontes: «Yo siempre voy pensando en ganar una medalla»

—¿Cómo ha sido la transición de los Mundiales a los Europeos?

—Estuve unos días resacoso a la vuelta de Oregon. La tensión del campeonato, el madrugón del regreso, las 24 horas que duró el viaje en total… costó varios días volver a la rutina. Tres semanas en que hemos podido cargar un poco de volumen y ya estamos afinando.

—Ha tenido un año complicado.

—Tuve problemas físicos y no pude hacer los kilómetros que quería. Realmente he tenido algunos problemas y no he podido hacer los kilómetros de base que quería hacer en la pretemporada. Fue en noviembre y diciembre, dos meses de lesión, con inflamación en la cintilla iliotibial. Luego en abril perdí otras dos semanas de preparación por dolores en el pubis.

—Undécimo en los Mundiales. ¿Ha quedado contento con ese resultado?

—No del todo. Habría quedado contento si hubiera estado entre los ocho primeros. No me encontré bien el día de la final. Soy el más crítico conmigo mismo. Pero si se analiza en frío, estar en esa final y hacer 3:34, pues está bien.

—¿Cómo valora el bronce de Katir?

—Ha hecho un Mundial increíble y ha confirmado todo lo que logró en 2021. Hacer 3:29 en una final y ganar a los kenianos es algo que yo valoro mucho. Esto nos motiva a todos y por eso sube el nivel general del 1.500 en España.

—¿Cómo es el ambiente entre los mediofondistas españoles? ¿Se lleva bien con sus rivales?

—Yo me llevo bien con todos. Sonrío siempre, disfruto mucho, soy feliz y siempre busco el lado positivo de todo. Mi mejor amigo es el ochocentista Pablo Valladares.

—¿Cómo es Mechaal?

—Es muy parecido a Katir, del mismo estilo. Es un atleta muy difícil de batir, un superclase, tiene muchísima calidad. Tiene 32 años y quizá lo natural es que ahora suba al 5.000, incluso al 10.000.

—En toda su carrera deportiva ¿cuál ha sido su mejor momento de forma?

—Pues curiosamente durante el confinamiento de la pandemia. Me entrené muy bien en casa, corriendo en la cinta. Así hice 3:33 en Castellón, medio solo. Y el año pasado en Tokio también me vi fuerte. Creo que el año pasado valía 3:30.

—¿Le ha sorprendido la explosión de García Romo este verano?

—Esperaba su progresión, pero no tan fuerte. Lo conozco muy bien, desde las categorías inferiores. En Oregon estuve con él en la habitación. Le dije: «es tu primer Mundial y estás haciendo una competición increíble».

—José Luis González dice que las nuevas zapatillas mejoran 2,5 segundos.

—No creo que mejoren eso. Yo uso las Nike Dragonfly, que no llevan carbono. La zapatilla en sí no te mejora el rendimiento y la prueba es que nadie ha corrido en 3:25. Lo que sí te permiten es entrenarte con más intensidad y hacer entrenamientos más fuertes, de forma más frecuente, sin que te lesiones. Esa es la clave. Puedes hacer, por ejemplo cinco veces 400 metros muy fuertes y los gemelos y los sóleos están bien. O hacer 19 kilómetros a 3:20 y al día siguiente nuevo. Eso sí lo han traído las nuevas zapatillas, te dan mucha continuidad en la preparación.

—¿Cómo vio a la selección española en los Mundiales?

—He visto al equipo sin complejos, con más ambición. Gente ilusionada, con ganas de hacerlo bien.

—En el Europeo de 1.500 metros no habrá británicos…

—Eso nos deja el camino más abierto. Pero el 1.500 es muy jodido, mira Katir, estuvo a punto de irse a la calle en las eliminatorias por sólo una centésima.

—Si usted quedara cuarto en Múnich ¿lo vería como un fracaso?

—No, no un fracaso, pero no me iría contento. Yo a los campeonatos siempre voy pensando en ganar una medalla. Me dice mi entrenador Jesús Montiel: «Piensa en el oro, así igual sacas un bronce».

—¿Cómo cree que se comportará Ingebrigtsen en la final?

—Yo creo que irá a por una carrera en 3:31 o 3:32. A un ritmo más lento podría tener un susto.

—¿A qué ritmo le gustaría la carrera?

—A 3:35. A ese ritmo, me vale mi final.

—Vive en Granada. ¿Sube mucho a entrenar a Sierra Nevada?

—Dos meses al año, generalmente abril y noviembre. Yo uso la altitud como construcción. Cada atleta es diferente y cada cuerpo es un mundo.

—¿Admira a algún atleta español?

—No soy muy de ídolos. Y soy un poco cafre con la historia del atletismo, no sé mucho. He conocido a Cacho, a Estévez, a Casado. A José Luis González, no. Yo valoro mucho todo lo que han hecho, sus logros. A nosotros se nos exige mucho por su culpa.

—Hablaba Katir de que buscaba la independencia económica, poder comprarse una casa, un coche.

—A ver, yo ahorro porque vivo con mis padres. Y no gasto. Las marcas deportivas ahora están apostando por el mediofondo y no podemos quejarnos. Ahora puedo vivir del atletismo, pero luego ya no podré vivir de las rentas. Tienes que tener algo detrás, otra profesión.

—Le queda poco ya para acabar sus estudios de medicina.

—Sí. Sólo tres asignaturas y el rotatorio. Mi plan es acabar antes de los Juegos de París y ya dedicarme al atletismo al cien por cien.

—A los atletas jóvenes, ¿qué les dice?

—Que disfruten mucho. Del día a día. De las competiciones. Que se rodeen de un buen entorno.

—¿Talento o trabajo?

—El trabajo es el 70 por ciento del éxito, la parte decisiva. El resto es el talento. Si no explotas tu talento te vas a comer los mocos.

—¿Y qué talentos vienen por detrás, en el mediofondo español?

—Pol Uriach, quizá. Tiene las ideas muy claras y dará guerra.