Suecia derrota a Australia y celebra la tercera plaza en el Mundial

El Estadio Suncorp de Brisbane, las coanfitrionas de este torneo se vieron superadas por el mayor oficio de sus adversarias. No en vano, llegó pronto el primer aviso serio del conjunto sueco, por obra de Stina Blackstenius con tiro cruzado y por abajo que repelió bien la guardameta 'aussie'.

En el minuto 23, puso la réplica Australia mediante un derechazo de Hayley Raso que desvió la portera rival, tras un centro al segundo palo que la flamante madridista aprovechó para controlar y enlazar con su potente disparo. Sin embargo, la respuesta de Suecia no tardó en producirse y además sirvió para generar el tanto inicial.

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Blackstenius se metió en el área de las locales y apuró hasta línea de fondo, habiéndose zafado de una defensa rival; y justo antes de caer al suelo, pasó el balón a la banda derecha. Ahí, su compañera Asllani centró a la cabeza de Rolfö, cuyo remate se estrelló con el travesaño. Pero la árbitra revisó la caída de Blackstenius, sembrando la duda.

Después de consultar al VAR, la 'trencilla' galesa Cheryl Foster decretó penalti al interpretar que el leve contacto de la zaguera australiana Clare Hunt había trastabillado a la '11' sueca. De esta manera, Rolfö no malgastó la pena máxima y adelantó a su selección con un disparo raso de zurda, ajustado al poste.

Con la dinámica de juego y el resultado a favor, las pupilas de Peter Gerhardsson supieron adueñarse del encuentro y sofocar cualquier conato de remontada. De hecho, mediada la segunda parte, las escandinavas pusieron la sentencia a raíz de un robo de pelota en campo propio. Rauda al contragolpe, Asllani asistió a Blackstenius para encarar a la zaga local.

Pero las centrales 'aussies' taparon bien los huecos, así que la del Arsenal cedió atrás de nuevo para Asllani, quien desde la corona del área conectó un derechazo que se alojó en el fondo de la red a media altura; imparable tiro para una Mackenzie Arnold resignada a la evidencia de que Suecia había sacado mayor rendimiento a sus ataques.

Sin casi incordios hasta el pitido final de Cheryl Foster, el equipo sueco contemporizó cada acción y abrochó el triunfo para conquistar con ello el bronce mundialista. Esto significó, además, la cuarta vez que Suecia logra quedarse con la tercera posición; las anteriores fueron en los Mundiales de 1991, 2011 y 2019.