La paradoja del tres azulgrana: de Cucurella a Marcos Alonso

Marcos Alonso ha sido el elegido para reforzar una banda izquierda en la que Jordi Alba iba perdiendo protagonismo y Balde se presentaba como la alternativa de la cantera. Aunque a efectos legales el internacional llega con la carta de libertad tras desvincularse del Chelsea, al Barcelona le ha costado ocho millones de euros, que es lo que ha descontado el club inglés del precio pactado por el traspaso de Aubameyang. Un coste que no es excesivamente caro pero que pone al descubierto la cuestionable política deportiva del club viendo que dos de los laterales por los que más dinero se ha pagado este verano ya estaban en el Barcelona y se descartó su ascenso al primer equipo. El Chelsea le pagó 68 millones al Brighton por Marc Cucurella (fue traspasado hace dos años al Getafe por 10 millones de euros) y el City 15 millones al Anderlecht por Sergio Gómez. Como anécdota, más allá que Laporta se vanaglorie del pasado azulgrana del padre de Marcos Alonso, lo cierto es que el flamante fichaje culé proviene de la cantera del Real Madrid.

La banda derecha también tiene historia. César Azpilicueta era el objetivo principal pero se cansó de esperar y renovó con el Chelsea. El Barcelona cedió a Dest y se quedó sin especialistas para la posición. El escogido, el último día de mercado en una improvisada decisión, fue Héctor Bellerín, que se había formado en las categorías inferiores del club catalán hasta que en 2011, con 16 años, se fue al Arsenal. Tras su cesión al Betis ha regresado hasta final de temporada. «Era el año que menos me esperaba volver», aseguraba ayer, reconociendo la precipitada decisión del Barcelona al contratarle deprisa y corriendo.