Nico Williams: «Soy un chaval muy simple; me vale con un banco, amigos y unas pipas»

-Decía el otro día que ni siquiera sabía que estaba en la prelista de Luis Enrique.

-No, no me lo esperaba para nada. Pensaba que iba a estar en la sub-21 y nada más. Pero bueno, es una alegría. Lo tomo como una oportunidad de aprender de los grandes.

-Supongo que la posibilidad de ir al Mundial no se la había planteado. ¿Cambia esta llamada su percepción sobre ese asunto?

-No pienso demasiado en eso. Solo en seguir trabajando, porque es la forma de que las oportunidades lleguen. No lo descarto, ojalá que suene la flauta. Como todos los niños siempre he tenido la ilusión de jugar un Mundial.

-Usted tiene el espejo de su hermano, que también llegó a debutar con España, pero sin continuidad, y ahora ha elegido jugar con Ghana. ¿Usted ha tenido esa posibilidad?

-No, yo estoy muy centrado en estar aquí.

-¿Y cómo se lleva tener a un hermano en una selección rival?

-Bien, con mucha alegría. Ver a mi hermano jugando con la selección de mi país de origen es bonito. Mis padres se sienten orgullosos de él, y para nosotros eso es importante.

-Y la otra parte ¿Cómo es tener a su propio hermano en el vestuario?

-Tiene cosas malas y cosas buenas. Debo estar más atento y no despistarme para no llevarme una bronca adicional. Pero me ayudó mucho cuando llegué a la primera plantilla.

-¿Son de la misma cuadrilla?

-Vamos cada uno por nuestro lado, pero al final en nuestro barrio siempre coincidimos todos, los más pequeños y los mayores.

-¿Y no le tiembla la mano de ejercer de hermano mayor?

-No se corta un pelo, no.

-Dentro de la selección, ¿quién actúa de hermano mayor?

-Busquets es el primero que se acercó a mí, me habló y me dio consejos sobre el juego y lo que toca hacer fuera. Tengo que estarle agradecido. Es el capitán en todos los sentidos.

-¿Y con quién ha hecho grupo?

-La gente del Barça. Pedri, Gavi, Eric, Ferran... En Unai Simón también me apoyo. Al final los que tenemos edades parecidas nos juntamos más porque tenemos más cosas de las que hablar.

-Háblenos de Luis Enrique. ¿Qué impacto le ha causado el míster?

-No le conocía. Choca un poco de verle por la televisión a tenerlo delante, en primera persona. Desde el principio intenta ayudar. Es amable y cercano. Me ha dicho que esté tranquilo, que juegue igual que lo hago en el Athletic, que tengo cualidades de sobra para estar aquí.

-¿Qué le falta para ser el tipo de delantero que demanda Luis Enrique?

-Debo jugar más por dentro y de espaldas, girarme, perfilarme mejor entre líneas, asociarme más con los compañeros... Todo eso tengo que mejorar.

-Sus padres llegaron a España en circunstancias muy difíciles. ¿Qué recuerda de su infancia?

-La recuerdo tranquila. No fui muy consciente de lo que estaban viviendo mis padres. No tenía muchos juguetes ni caprichos, y alguna vez me tocaba agachar la cabeza. Pero nunca me he quejado de eso. Siempre he sentido que tenía lo que quería y más. Siempre he estado muy agradecido a mis padres.

-¿Qué valores le inculcaron?

-Respeto y humildad. Es algo fundamental en cualquier persona. Esa es la base de todo. Nunca sabes a quién tienes enfrente, si lo está pasando bien o mal. Y por eso no puedes mirar a nadie por encima. Es lo que me han transmitido y es lo que me gustaría que vieran en mí muchos chicos.

-Habla con admiración de sus padres. ¿Qué significan para usted?

-Se merecen todo y más. Siempre voy a decir que son los mejores.

-La familia al completo hizo un viaje muy especial el pasado verano.

-Fuimos a Ghana, sí. Un viaje muy emotivo. Yo había ido un par de veces pero no tenía muchos recuerdos. Esta vez pude pasar tiempo con mis abuelos, observar lo orgullosos que estaban de nosotros.

-¿Qué se trajo en la maleta de ese viaje a sus orígenes?

-Sobre todo, el carácter de la gente. Ver que son felices con lo poco que tienen. Da para pensar cómo aquí en Europa nos enfadamos o entristecemos por cosas muy pequeñas, mientras que en África son capaces de vivir con alegría pese a carecer de prácticamente todo.

-Al margen del fútbol, ¿con qué cosas se divierte?

-Soy un chaval muy simple. Con estar en un banco sentado con mis amigos, comiendo pipas y hablando de la vida, me vale. Es lo que suelo hacer.

-Se ha puesto en el foco en una semana marcada por los insultos racistas a Vinicius. ¿Qué se le pasa por la cabeza al ver ese tipo de situaciones?

-En pleno siglo XXI ya no deberían pasar estas cosas. Todo jugador se merece un respeto. Espero que la Liga corte poco a poco esos actos.

-¿Usted ha vivido algún episodio parecido?

-No, nunca lo he tenido y espero que nunca me pase. Solo puedo mandar mi apoyo a todos los que sí los han sufrido.

-Uno de ellos fue su hermano.

-Lo hablamos en su día. Estaba bastante afectado. No entendía que hubiera gente que se dedica a insultar en lugar de apoyar a su equipo.

-¿Qué tiene el Athletic que a los jugadores les cuesta tanto marcharse de ese club?

-Es una familia. Somos amigos, estamos cómodos porque te acogen bien. Es un sitio ideal para crecer como jugador y como persona.

-¿Usted se plantea acabar su carrera allí o le motivaría probar en el futuro algún reto distinto?

-Yo estoy enfocado en el presente, en trabajar al máximo esta temporada y en seguir mejorando para que lleguen oportunidades tan bonitas como esta de la selección.