La emotiva carta abierta de Pelé a la selección de Brasil: «Nuestra conquista sólo se pospuso»

La decepción fue tal que se llevó por delante a Tite como seleccionador, y ha cundido un estado depresivo en el equipo del que ahora Pelé quiere sacarles.

Lo ha hecho a través de una emotiva carta abierta en la que pide a los suyos que sigan creyendo, que la sexta estrella es cuestión de tiempo.

«Carta abierta sobre mi sueño

La vida es oportunidad. Lo que hagamos con ella depende de cada uno de nosotros. Acertamos y nos equivocamos. En la victoria celebramos. En la derrota aprendemos. La vida siempre es generosa y ofrece nuevos comienzos. Cada día que pasa iniciamos un nuevo camino. Y en este ciclo alimentamos sueños que nunca mueren, independientemente de los contratiempos del viaje.

Esto es cierto para todos, pero cuando tu sueño es ser futbolista, las oportunidades son mucho más escasas y los sueños mucho más lejanos. Los contratiempos no son más dolorosos que los de cualquier otra persona en la vida. Sin embargo, son juzgados por mucha más gente, ¿no crees? Y, para ser justos, las victorias también se celebran mucho más.

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A pesar del dolor que sentimos con nuestra eliminación en la Copa del Mundo, pido a los brasileños que recuerden lo que nos llevó a tener las primeras cinco estrellas en el pecho. Es el amor lo que nos mueve.

No sé por qué nos vuelve tan locos el fútbol. Si es el amor por la unión de verdaderas amistades en torno al deporte, por el grito del gol o por olvidar todos los problemas a los que nos enfrentamos, aunque sólo sea durante 90 minutos. Tal vez sea el amor por la lucha contra la pobreza, el hambre y las drogas, que el fútbol asume en tantas comunidades que conforman un país tan inmenso. Son muchas las virtudes del deporte más bello. Más aún aquí, en Brasil.

No importa cuál sea el motivo. Lo que importa es que esta multitud de seguidores nos unió, en un momento en que necesitábamos tanto la unidad. Y mi sueño es que este sentimiento entre nosotros y por nuestro país no sea sólo pasajero. Este objetivo puede parecer imposible. Pero de niño tenía otro sueño que también lo parecía: ganar la Copa del Mundo para mi padre.

Hablando de sueños, no pienses que los sueños de nuestros futbolistas se han acabado. Sé que siguen soñando con la sexta estrella, como yo cuando era niño. Nuestra conquista sólo se pospuso.

A mis amigos, atletas y cuerpo técnico de la selección les dejo mi admiración, solidaridad y cariño. A todos los brasileños les deseo que la unión y el amor que nos une en el deporte trascienda para toda la vida. El sueño nos pertenece a todos. Amor, amor y amor».