El exilio saudí de Santi Mina: gana 2'5 millones, vive solo, se ha hecho amigo de Banega, no habla con los medios y está convencido de su inocencia

El pasado mes de octubre saltó a los medios un cruce de acusaciones hasta entonces desconocidas. Por un lado, se responsabilizó a la víctima y a su abogado, que es su pareja, de instrumentalizar y economizar el caso al pedir, en primer lugar, cuatro millones de euros y, después, 400.000 para retirar la denuncia. Una petición que se realizó, supuestamente, antes de celebrarse el juicio a través de un contrato redactado por el letrado de la víctima y remitido directamente a Santi Mina, que en ambas ocasiones se negó a firmar dicho acuerdo.

Fue en el propio juicio cuando la víctima hizo saber al Tribunal estas dos propuestas, pero su versión de los hechos es que fueron realizadas por el jugador, y no por ella ni su abogado. Este episodio con versiones tan opuestas tendrá un peso importante en el proceso de apelación.

Nada más conocerse su condena, Santi Mina fue sancionado de empleo y sueldo y apartado de la disciplina del Celta, pero el jugador recurrió la medida y solo tres semanas después, en junio de 2022, el club vigués se vio obligado a readmitirle en la plantilla, hecho que generó mucha polémica en la masa social del Celta. Hubo un sector de aficionados que pidieron a la entidad que le despidiera de manera inmediata, pero el jugador tiene contrato hasta 2024 y esa postura le hubiera supuesto al club un agujero en sus cuentas, con un importante daño colateral a su límite de masa salarial. Mina cuenta con una de las fichas más elevadas del equipo y echarlo suponía el abono de ocho millones de euros brutos.

En estas circunstancias, el Celta le comunicó que no le impediría entrenarse con sus compañeros, pero que no permitiría jugar partidos, lo que empujaba al atacante a buscar una salida. Mina entendió la postura de su club y ambas partes encontraron una salida en Riad, en el Al-Shabab, equipo que esta temporada pelea la Premier League de Arabia al Al Hilal y Al Nassr, los dos grandes favoritos. «Él es un buen profesional, trabajador, y como chaval es muy majo. Tenía muy buena relación con el vestuario y con el resto de personas que trabajan en el Celta», explican en el club gallego. «Sencillamente, hicimos lo que teníamos que hacer. Aquí no va a volver a jugar si no es declarado inocente por completo. Él lo comprendió y fue consciente que lo mejor era salir. Lo puso fácil», añaden.

De Santi Mina también hablan cariñosamente en el Al-Shabab. «Nosotros le juzgamos como futbolista y no solo no da ni un solo problema, sino que estamos muy contentos con su presencia aquí y su rendimiento (lleva cuatro goles y tres asistencias en once partidos)», aseguran desde su actual club. En Riad, Santi Mina vive en uno de los compounds que existen en la ciudad, esas microciudades en la que se alojan los trabajadores extranjeros de alto poder adquisitivo.

El primer mes estuvo acompañado por su hermano, pero luego se quedó solo y así continúa. Fuera de su actividad profesional mata el tiempo libre con Banega y Guanca, los dos argentinos de la plantilla, con los que ha hecho buenas migas y comparte confidencias. «No tiene más remedio que convivir con la sentencia de la mejor manera posible. Está afectado, claro. Es un asunto muy delicado, pero la postura inteligente, y él es un chico inteligente, es mirar hacia adelante y centrarse en su profesión. El resto ya vendrá», explican desde su entorno.

Mina gana alrededor de dos millones y medio de euros netos en el Al-Shabab y su cesión es por un año, por lo que este verano tendrá que volver a negociar su futuro, con un nuevo préstamo al club árabe o valorando otros posibles destinos que, en estos momentos y a la espera de que tenga lugar la apelación, parece complicado que puedan ser en España. «Vemos positivo que el mismo Tribunal que le condenó no concediera las medidas cautelares que pedía la parte acusadora para que no saliera del país. Santi es un futbolista de élite, una persona pública. No se va a esconder nunca. Ahora está en Riad y si lo requieren seguirá a disposición de la Justicia, como ha hecho desde el principio de este caso», explica Fátima Rodríguez, la abogada del delantero. Así es el exilio saudí de Santi Mina.