Los jugadores y cuerpo técnico de la selección celebraron el título a comienzo de semana. Tras su aterrizaje en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez, la comitiva campeona de Europa recorrió las calles de la capital en un autobús descapotable antes de festejar la hazaña ante el Ayuntamiento.
La euforia entre los protagonistas de la última gesta del fútbol español hizo que alguno de ellos, como Morata, que lideró el festejo, y Rodri, llegasen a cantar en varias ocasiones «Gibraltar es español».
Quejas de Gibraltar
Esto provocó el malestar de la Federación de Gibraltar, que se quejó públicamente por la actitud de los jugadores españoles. Ante su enfado ha decidido actuar la UEFA que ha designado al Inspector de Ética y Disciplina para analizar una posible violación del Reglamento Disciplinario del organismo continental.
La investigación podría desembocar en una sanción de carácter deportivo, pues existen antecedentes recientes de futbolistas castigados por temas políticos, como por ejemplo el defensa turco Merih Demiral, que fue suspendido durante dos partidos por realizar un gesto relacionado con la extrema derecha de su país.
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