La encrucijada de Aurelio de Laurentiis, el éxito del doble presidente

Los dos primeros campeonatos fueron conquistados en 1987 y 1990, gracias a Diego Armando Maradona, el legendario jugador argentino que dejó una enorme huella, hasta el punto de que el estadio del Nápoles lleva ahora su nombre. El Pelusa marcó una época en la capital de Campania, donde era considerado un rey inmortal y una especie de símbolo de liberación, porque supo inspirar una especie de rebelión en el mundo del fútbol italiano, al hacer tambalear los palacios que detentaban del poder del calcio, muy en particular la Juventus, la Vecchia Signora.

Han pasado ya 23 años desde la conquista de la última liga. Es otra época la que vive el Nápoles, pero hay alguna similitud, porque también ahora el club napolitano está en la órbita del fútbol internacional, respetado deportivamente en toda Europa, porque, además de Scudetto, los napolitanos sueñan también con la Champions League. Confían ciegamente que pasarán el próximo miércoles 15 a cuartos de final, porque ya ganaron (0-2) en la ida al Eintrach Frankfurt. Esta vez, el éxito, el milagro deportivo del club partenopeo, los napolitanos se lo agradecen a su entrenador, Luciano Spalletti, y a su presidente, el empresario y famoso productor de cine Aurelio de Laurentiis (Roma, 73 años). Sin olvidar, por supuesto, a su patrón, San Gennaro, el que hace todos los milagros en Nápoles, comenzando por la licuefacción de la sangre del propio obispo y mártir.

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Pero el éxito de De Laurentiis puede ser doble esta temporada porque también es propietario de otro club en la Serie B, el Bari, al que tiene en puestos de ascenso. En caso de que su otro equipo consiga subir de categoría, el presidente del Nápoles tendrá que cumplir con la legalidad y renunciar a él.

Aurelio de Laurentiis es también el dueño del Bari, un equipo actualmente en la Serie B comprado en el 2018 cuando estaba en la Serie D. Este club de la capital de la región de Apulia, al sur del país, ha participado en 30 ediciones de la Serie A y podría regresar porque está en puestos de ascenso. Pero a diferencia de España, donde una persona no puede ser dueño de dos clubes, en Italia sí, a condición de que no jueguen en la misma categoría. De Laurentiis ha manifestado que el Bari, cuyo presidente es su hijo Luigi, lo cederá a alguien que le dé garantías de que será capaz de gestionarlo muy bien.

El empresario italiano compró el Nápoles que estaba en tercera división y en bancarrota, en el 2004, llevándolo a la Serie A. Desde entonces solo ha ganado dos Copas de Italia y una Supercopa. Es un magro palmarés. Pero con De Laurentiis el club renació, en gran medida porque ha hecho una buena gestión económica en el capítulo de fichajes.

Por ejemplo, en el equipo actual hay dos casos emblemáticos: los delanteros Victor Osimhen, internacional nigeriano, 24 años, y el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, 22 años, elegido el mejor jugador del mes de febrero de la Serie .El progreso del Osimhen ha sido extraordinario. En tres años, el número 9 napolitano se ha transformado: ya no es un diamante en bruto, sino una de las joyas más preciadas del fútbol europeo. Según 'L'Equipe', el director deportivo del Paris Saint Germain, el portugués Luís Campos, ya se está moviendo para incorporarlo a su colección de estrellas. Para el PSG, Osimhen sería una pieza fundamental del nuevo ataque.

En Nápoles se dice que el club no dejará que su campeón se vaya por menos de 150 millones de euros, más del doble de lo que pagaron (el Nápoles pagó al Lille francés 70 millones de euros), en el verano del 2020. Por Oshimen, el máximo goleador de la Serie A (19 tantos en 21 partidos), también están interesados otros grandes nombres de la Premier League como Chelsea y Manchester United.

El Nápoles ha vuelto a estar desde hace algunos años en boca de los tifosi italianos, porque su presidente es un personaje singular, al que le gusta nadar contracorriente, criticado porque a veces hace declaraciones explosivas, sin pelos en la lengua. Por ejemplo, hace unos días se desató en la inauguración de la primera cátedra universitaria italiana dedicada a la «Legalidad de las reglas del juego del fútbol», en el Departamento de Derecho de la Universidad de Campania Luigi Vanvitelli en Santa Maria Capua Vetere (provincia de Caserta). De Laurentiis atacó duramente a los agentes de los futbolistas: «Son un gran problema. Después de dos años, sobre todo si el futbolista ha cambiado de agente y todavía no ha ganado dinero, empieza a enfadarse. Así que presiona para que sea cedido y llevarse comisiones de 5-10 millones de euros. Había un agente, Mino Raiola, que en paz descanse, muy simpático, que se llevaba 30-50 millones a cargo de los clubes», afirmó De Laurentiis.

El presidente del Nápoles es crítico con la UEFA, pero sobre todo arremetió contra la FIFA hace unos meses por trasladar la Copa de África a enero, ya que el marketing de la Confederación Africana (CAF) lo realiza un operador chino, el cual impuso que ese campeonato se disputara en un mes más «apetecible» para el marcado del País asiático, justamente enero. De Laurentis amenazó incluso con no contratar a jugadores africanos, porque se pierden más de un mes en el campeonato italiano. Hace solo unos días, De Laurentis volvió a criticar a la FIFA: «¿Han visto en Netflix lo que ha estado haciendo la FIFA en los últimos años? Han robado miles y miles de millones, ellos que están en Suiza, en Ginebra y Zúrich, fuera de cualquier jurisdicción europea y nadie los controla. Yo estoy a favor de la legalidad total».