El Dortmund prohíbe al partido de extrema derecha alemán AfD usar los colores del club en su campaña electoral

La demanda solicita a los tribunales una acción rápida, que evite que los colores del club sean utilizados de esta forma en las regionales del 14 de septiembre, en Renania del Norte-Westfalia. «Después de un examen exhaustivo, el Borussia Dortmund ha decidido emprender acciones legales contra esta forma de publicidad electoral y hacer valer las reclamaciones de medidas cautelares contra la asociación del distrito de AfD Dortmund», dice un comunicado de la entidad deportiva. El club considera que la pegatina da la impresión de que la afiliación de los aficionados al BVB se equipara con una postura política y rechaza rotundamente ese «abuso».

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Hay un «intento ilegal de establecer un vínculo entre el BVB y una actitud política, así como un comportamiento de voto político» por parte de la asociación del distrito de Dortmund de la AfD, lo que sugiere que «un aficionado al fútbol del BVB votaría o debe votar por AfD por el hecho de serlo», sigue el comunicado del BVB. Esta impresión «contradice los valores del Borussia Dortmund». El club quiere enviar una señal clara con sus pasos legales, contra el abuso y por una clara separación del fútbol y la apropiación política.

Antes de presentar la demanda, el BVB había dirigido un escrito a la sede de AfD y había concedido un plazo para que sus responsables firmasen una declaración de cese y desistimiento hasta este martes. Esta misiva fue enviada el pasado viernes por los abogados del Borussia, que también se la hicieron llegar a Matthias Helferich, uno de los diputados de este partido en el Parlamento alemán, y no ha obtenido respuesta. «Esperamos una reacción rápida a la demanda y no tener que enredarnos en los tribunales, pero estamos decididos a llegar hasta el final si no hay otra manera», ha declarado un portavoz a la radio local.

No es la primera vez que los círculos de militantes o simpatizantes de AfD intentan utilizar la escena deportiva y muy concretamente el fútbol para fines de identificación política. En este sentido, el director de la Deutscher Fußball-Bund (DFB), Andreas Rettig, ha sido muy claro y ha llamado a los seguidores y a los equipos a «congelarse frente al color azul» y adoptar una postura activa y autodeterminada frente a la instrumentalización política del fútbol. En cuanto a los intentos de AfD de apropiarse de la escena deportiva, Rettig ha aconsejado: «Me gustaría abordar el asunto de la manera en que lo haría un buen entrenador… no mires demasiado lo que está haciendo el oponente, pero desarrolla estrategias y haz avanzar las cosas por tu propia convicción. Más actividad en el asunto y menos tácticas orientadas al oponente».

En sus editoriales, medios alemanes especializados como '11Freunde' consideran el conflicto como una defensa de la identidad simbólica del fútbol frente al intento de apropiación política, en un contexto de tensión creciente entre clubes alemanes y AfD. Clubes como St. Pauli, Werder Bremen, Mainz 05, Köln y Hannover 96 han llamado públicamente a sus seguidores a oponerse a la ultraderecha. Los hinchas del St. Pauli han coreado en algunos partidos «¡Todo Hamburgo odia a AfD!», reafirmando así su tradición antifascista, después de que AfD fuese el segundo partido más votado en las últimas elecciones alemanas del pasado mes de febrero. Hoy en día es la primera fuerza de la oposición en el Bundestag y su popularidad en las urnas se ve reflejada también en los campos de fútbol, según Rico Noack, presidente de la asociación de aficionados Gesellschaftsspiele. «El fútbol es más político que nunca, a pesar de que no veas pancartas de derecha reales en los estadios», dice. El periodista deportivo Ronny Blaschke, que acaba de publicar un libro sobre el racismo en el fútbol, denuncia que las muestras de desprecio por la raza o procedencia ha dejado de ser un tabú en las gradas y considera que es un tipo velado de manifestación política. «Especialmente después de la llamada crisis de refugiados en 2015, hemos observado un giro a la derecha en los estadios, en la medida en que tenemos más incidentes racistas en las gradas contra jugadores de fútbol negros», lamenta.

Lo cierto es que algunos clubes alemanes, como St. Pauli, han tenido durante mucho tiempo una identidad abiertamente de izquierda. otros, como el Alemannia Aachen, son asociados con la escena de extrema derecha, aunque el propio club lo ha negado. La mayoría de los clubes albergan grupos de seguidores de izquierda y derecha, subordinadas ambas a la identidad del club. «El fútbol tiene un gran alcance, es muy visible en redes sociales y medios de comunicación, llega a toda la sociedad alemana, por eso es muy importante lo que pasa en los estadios», advierte Susanne Franke, miembro de la junta directiva de Schalker Fan Initiative, una organización de aficionados fundada en 1992, cuando los hooligans violentos de derecha eran habituales en los estadios de fútbol. Reconoce que «habíamos conseguido con gran esfuerzo echar a la política del fútbol, donde especialmente los jóvenes encuentran modelos sanos con los que identificarse, pero me temo que ahora estamos volviendo a perder terreno».