Agresión en un partido de juveniles: «Hermanito, no juegues más al fútbol, no quiero que te mueras»

Enzo está en casa, pero los mareos y los vómitos continúan. El miedo tampoco ha desaparecido en la familia y este miércoles Noemí ha tenido que llevar al hospital a su hija mayor. «Ahora mismo me pillas yendo a urgencias con mi hija de 13 años porque tiene mucha ansiedad. No se le va de la cabeza la imagen de su hermano tendido sobre en el campo», explica la mujer, madre de otra pequeña de 3 años. Para ella también están siendo días muy difíciles. «Hermanito, ya no quiero que juegues más al fútbol, dile a tus compañeros que no te hagan daño. Estabas muerto en el suelo», es lo que le dice la pequeña al jugador del Jove Español.

Son una familia unida y siempre que pueden acuden todos juntos a los partidos. Noemí y sus dos hijas, también el hijo de 10 años de su actual pareja, estaban el sábado en el campo del Santa Pola cuando Enzo cayó inerte cerca del banquillo visitante, al que el jugador se dirigió tras ser agredido por la espalda, según detalla el Jove Español en un escrito enviado a la Federación de Fútbol de la Comunidad de Valenciana. «'Sergio, échame agua, por favor'. Esas fueron sus últimas palabras antes de desplomarse», recuerda Sergio Ruiz, el entrenador del futbolista. El árbitro suspendió el partido tras el incidente, ocurrido en el minuto 87 y con 1-1 en el marcador, pero no reflejó ninguna agresión en el acta, por lo que el club visitante mandó ese escrito a la federación. «Enzo recibió una brutal agresión del jugador del Santa Pola S. C. C. por la espalda y de manera brutal, pegándole un codazo de arriba a abajo a nuestro jugador, que cayó desplomado al suelo y tuvo que salir del campo en ambulancia estando inconsciente», denuncia el Jove en su escrito.

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Sergio Ruiz fue el primero en atender al futbolista, aunque rápidamente contó con la ayuda del delegado de campo del Santa Pola. «Se portó en todo momento como un señor», destaca Sergio Ruiz, que también tuvo la colaboración de un socorrista que asistía al encuentro como espectador: «Solo podemos darles las gracias a ambos». Mientras los tres atendían e intentaban reanimar a Enzo, su madre no le soltaba la mano. «Tenía los ojos en blanco, el cuerpo tieso, las manos encogidas. No hablaba, convulsionaba», recuerda el técnico, que denuncia la actitud del rival que agredió a su futbolista.

«Lejos de arrepentirse, en vez de venir a ver al chaval se puso a dos metros de mi y, tocándose los genitales, me empezó a mandar besos diciéndome 'maricón he sido yo'», recuerda el entrenador del Jove Español. Lo peor estaba por llegar. «Cuando lo metían en la ambulancia, una persona le oyó decir 'A ver si se muere'», lamenta Sergio. «No había ambulancia en el campo, la espera fue terrible, hubo muchos nervios. Su madre llorando, su hermanita de tres años imagínate...».

Tras pasar por el hospital, el futbolista del Jove Español pudo irse a casa. «Le dijeron que estuviera 72 horas de reposo absoluto. Parece que este miércoles se ha levantado mejor, pero anoche tuvimos que acudir a urgencias porque estaba muy mareado, le dolía mucho la cabeza y el cuello. No podía estar tumbado y terminó vomitando», afirma Noemí. «Sigue habiendo cosas de las que no se acuerda, está un pelín despistado».

Noemí pide que este tipo de incidentes no vuelvan a repetirse en un campo de fútbol, donde llegó a pensar que perdía a su hijo. «Yo le veía morir, esa imagen la tengo grabada en mi cabeza. Espero que ninguna madre tenga que volver a pasar por una cosa así, son compañeros no son enemigos, estas cosas son innecesaria», afirma a través del teléfono a ABC.

Ni a Noemí ni a sus hijas se les va el susto del cuerpo, tampoco a Enzo. «No quiero que me pase nada, tengo miedo de volver al fútbol, tengo mucho miedo de que me vuelva a pasar algo así», le dice a su madre.

El Santa Pola ha hecho público la noche de este miércoles un comunicado en el que muestra su preocupación por el estado de salud del jugador del Jove Español, abogando por su pronto restablecimiento para la práctica del fútbol. En su nota, el club alicantino también muestra su preocupación por lo que considera «acusaciones falsas, tergiversaciones interesadas e interpretaciones meramente subjetivas, que no se ajustan a la realidad, procedentes no solo de familiares del jugador (cuyos excesos, aunque igualmente condenables, pueden ser entendibles), sino de representantes del club, cuya actuación debería ser ejemplar».

En este sentido, el Santa Pola exige a Jove Español «y, en particular, al entrenador de su equipo juvenil masculino», que se retracte de su «falsa acusación» hacia su jugador, al entender que las manifestaciones del técnico en algunos medios de comunicación imputan a su futbolista «la comisión, de manera intencionada, de un delito de lesiones».