Villar, el eterno presidente perseguido por la sospecha

Villar se hizo fuerte desde el primer día. Nadie pudo hacerle frente en las urnas y solo en 2004 tuvo que acudir a las elecciones para continuar en el cargo. Venció a Gerardo González por un margen de 20 votos y continuó otros cuatro años como el representante del fútbol español. En el resto de ocasiones fue el único candidato, ya que nadie se veía capaz de vencerle.

El 18 de julio de 2017 ha podido llegar su fin. La entrada de la UCO en la sede de la Federación y su detención por delitos de corrupción, falsedad, apropiación y alzamiento pone en serio riesgo su continuidad en un cargo que iba a ostentar hasta el verano de 2020.

Atrás quedan 29 años al frente de la Federación . Asumió el cargo con palabras que hoy le pueden perseguir, dados los delitos que le achacan: «No pienso en lo que este organismo me va a dar, pienso en lo que yo voy a dar a este organismo». Pasaba el tiempo y fue cambiando su moreno natural por las canas que le acompañan hoy, mientras iba ganando peso en el fútbol mundial.

Ostentó cargos en la FIFA y en la UEFA, pero siempre esquivó la polémica como bien pudo. Fue miembro de la Ejecutiva de la FIFA pero se libró de los escándalos de corrupción que provocaron la salida de Blatter. También fue pieza clave de la UEFA de Platini y volvió a hacer mutis por el foro cuando el galo renunció al cargo por recibir un pago de dos millones de francos suizos.

Fue entonces cuando decidió dar un paso adelante y presentarse a las elecciones del organismo europeo, pero cesó en su empeño por falta de apoyos y continuó al frente de la RFEF. Para ello, retrasó todo lo que pudo las elecciones nacionales. No quería soltar una liana antes de tener bien sujeta la otra.