El Sevilla salva una mala noche

No iba a ser una noche cómodo tal y como advirtió Unai Emery en la previa del encuentro. El Eibar presionó muy arriba desde el inicio y no facilitaba el juego de creación sevillista. Quizás por este motivo el preparador vasco introdujo como titular a un Llorente que ganaba cada balón por alto que le llegaba de su defensa. De hecho, fue el riojano el único capaz de desahacerse durante un instante del acecho del rival para anotar el 1-0 a los diez minutos de partido. El riojano cazaba un balón de espaldas en el área chica y aprovechaba su corpulencia para batir con un disparo a la media vuelta a Riesgo.

El ariete se reivindicaba. En la siguiente acción con cierto peligro, y última del Sevilla FC en la primera mitad, el delantero realizaba un disparo desde la frontal que se marchaba por la derecha de Riesgo. El partido entró entonces en un cúmulo de minutos en el que se repetían las imprecisiones y en el que raro era no ver un error en un pase. Las acciones ofensivas de los de Emery, normalmente iniciadas por Banega, morían en el último pase.

Ante esta coyuntura el Eibar fue superando el varapalo del gol de Llorente y comenzó a encontrar fisuras en el sistema defensivo del Sevilla FC. El primer acercamiento de los vascos llegó en un disparo de Escalante que sacó a córner Sergio Rico con una buena mano. El equipo sevillista necesitaba algo más de juego por bandas que acabasen en centros al espigado Llorente. Uno que se produjo, uno que remató, alto eso sí, el riojano. En la última jugada del primer tiempo el Eibar avisó de que no se podían relajar ni mucho menos los sevillistas, con un disparo escorado de Borja Bastón que Sergio Rico envió a saque de esquina.

No varió nada el guión en el arranque de la segunda mitad, salvo una ocasión de Krohn-Dehli que sacó un defensa, por lo que no tardó Emery en dar entrada al terreno de juego a Vitolo en lugar de Reyes. Enn la primera acción del canario, este perdió el balón cerca del área y la jugada acabó con un remate de Borja Bastón que obligó a lucirse a Sergio Rico y a acudir al rescate a Mariano. Emery daba entrada entonces a más velocidad aún incorporando a Gameiro por un Llorente que salió ovacionado.

Lo intentaba el Sevilla FC, que no quería llevarse un susto a última hora, y Carriço estuvo a punto de lograrlo en un remate en posición forzada tras saque de esquina de Banega que despejó con una bonita estirada Riesgo. Aunque más claro fue un contragolpe que finalizó en un mano a mano que estrelló en el cuerpo del portero Banega. Pero también la tuvo un Eibar en botas de un Sergi Einrich que regateó a Sergio Rico en su salida pero que se cayó justo cuando iba a rematar en una posición forzada. Poco después un quiero y no puedo del Eibar y un último disparo de falta que despejó Sergio Rico con los puños hasta que Martínez Munuera pitó el final del encuentro.