La «rajada» de Lopetegui

Su ‘rajada’ se produce en vísperas de que Football Leaks, uno de cuyos ‘hackers’ es portugués, haya revelado los términos del contrato que firmó con el excéntrico (y sempiterno) presidente del club bicampeón de Europa, Jorge Pinto da Costa , quien acumula nada menos que 34 años en el cargo. Un millón de euros por campaña percibía el exportero, una cantidad astronómica en la modesta Liga portuguesa.

«Tengo un gran recuerdo del presidente que yo conocí. Ahora me da pena porque la situación deportiva ha empeorado una barbaridad », ha declarado a la RTP (televisión pública portuguesa) el entrenador vasco, artífice de unas palabras que están levantando ampollas en el norte del país vecino. Y es que el extécnico de la selección española sub-21 le acusa de atacarle para desviar la atención de los graves problemas por los que atraviesa Do Dragao.

Sin ir más lejos, Pinto da Costa acaba de manifestar: « Lopetegui entiende portugués cuando quiere ». La razón de semejante diatriba radica en que quiso convencerle para que rebajara sus pretensiones de indemnización, algo a lo que Lopetegui se ha negado de forma reiterada.

«Dada la situación deportiva, son normales las críticas, quizá se quiere desviar la atención hablando todavia de mí, pero yo me fui hace tres meses », señaló Julen mientras se preparaba para recordar que los números le dan la razón: «Conmigo perdimos tres partidos de 50, y ahora ya suman cinco derrotas en 14 jornadas».

Una circunstancia que certifica el fracaso del Oporto actual, en las antípodas del que logró vencer al Bayern de Guardiola por 3-1 el año pasado . El equipo languidece a 12 puntos del líder, el Benfica, bajo el mandato del gris José Peseiro, exayudante de Carlos Queiroz en el Real Madrid.

Restan tres jornadas para el final del campeonato luso y el único papel que les queda a los blanquiazules es el de árbitro, pues reciben en breve al Sporting de Lisboa, perseguidor exclusivo de las águilas rojas del Benfica a tan sólo dos puntos.

El conflicto de Julen Lopetegui con Pinto da Costa corre paralelo a la agonía que vive Íker Casillas en Do Dragao . Precisamente, su excompañero en el Real Madrid le convenció para fichar por el Oporto, y ahora se arrastra en medio de las críticas por sus malas actuaciones. Para colmo, le queda otro año más de contrato.