El minuto más sobrecogedor

Los actos de homenaje habían comenzado mucho antes de que Trujillo Suárez pitara el inicio del encuentro. El Betis quiso sumarse al duelo depositando un ramo de flores en Las Ramblas , en un altar improvisado donde la furgoneta asesina se paró dejando tras de sí un reguero de sangre, muerte y desolación, y en el que miles de personas honran a los heridos y fallecidos depositando flores, cirios, velas y recuerdos.

El vicepresidente Lorenzo Serra Ferrer y Rafael Gordillo , exjugador y director de relaciones institucionales del club verdiblanco, representaron a la entidad andaluza. El club verdiblanco publicó un mensaje en su cuenta de tuiter: « Nosotros también somos Barcelona. Nosotros también somos Cambrils. Nosotros tampoco tenemos miedo ». El Barcelona, por su parte, decidió sustituir el nombre de sus futbolistas por el de la ciudad sobre el dorsal de las camisetas. Ayer todos los jugadores se llamaron «Barcelona». La Liga y la Federación se mostraron sensibles a la iniciativa y permitieron la iniciativa solidaria del club catalán.

Ya desde primera hora de la mañana se veía que iba a ser un partido diferente. Un encuentro en el que el Camp Nou sería la plataforma para gritarle al mundo que la violencia no es el camino y que unos pocos no podrán con una mayoría. Y esa diferencia también pudo vislumbrarse en las medidas de seguridad en los aledaños del estadio azulgrana . Una gran presencia policial recordaba que desde hace dos años y medio el nivel de ataque terrorista se encuentra en el nivel 4 sobre 5, lo que indica que se existe alto riesgo de que se produzca, aunque los Mossos explicaron este pasado viernes que no manejaban ninguna información que les hiciera temer un nuevo atentado durante el encuentro entre Barcelona y Betis.

Los Mossos diseñaron un plan en el que lograron que hubiera una mayor visualización policial en el perímetro exterior del Camp Nou, además de realizar una serie de controles mucho más exhaustivos y rigurosos que los que se ponen en práctica en los encuentros considerados de alto riesgo. Para evitar sucesos como el sufrido en Las Ramblas, se colocaron bolardos y bloques de hormigón en los accesos del estadio para impedir que cualquier vehículo pudiera irrumpir dentro de las instalaciones azulgranas.

Además, los vehículos que accedían al perímetro del Camp Nou eran examinados exhaustivamente, especialmente los taxis, así como los bolsos y mochilas de las personas que entraban en las instalaciones azulgranas. Hay que destacar la gran colaboración de los aficionados en todos estos controles.