El Milán se corona en Pekín

Los de Allegri levantaron el primer título del año en un encuentro con ritmo de amistoso. Sobre todo en el Inter, desaparecido durante la segunda mitad. Las cosas, sin embargo, apuntaban a otra cosa. El conjunto de Gasperini comenzó el partido mejor plantado sobre el campo y con Sneijder manejando la orquesta.

El Milán, eso sí, avisó por medio de una combinación entre Ibrahimovic y Robinho . Al brasileño se le acabaría la gasolina demasiado pronto, pero tuvo tiempo suficiente para mostrar destellos de calidad y de su entendimiento con «Ibra».

El dominio del Inter culminaría con el tanto de Sneijder a balón parado. El futbolista holandés se plantó en el pico del área y lanzó el balón a la escuadra, no sin la colaboración de Abbiati. El exfutbolista blanco se tornaba en protagonista en un partido que sonaba a despedida después de que «La Gazzetta dello Sport» publicara este sábado que el City tenía cerrado su fichaje por 36 millones de euros .

Las cosas cambiaron sobre la segunda mitad. El Inter dejó hacer y el Milán comenzó a sentirse cómodo. A los «rossoneri» no les hace falta casi nada. Les basta con la dinamita que tienen arriba. Así llegó el gol del empate. En una jugada de enredo en la frontal del área tomó el balón Robinho para sacarse un pase magistral al incombustible Seedorf. Ante la salida de Julio César el holandés decidió poner el balón en el área pequeña, donde esperaba la cabeza de Ibrahimovic .

Apenas hubo reacción del Inter. Sí que hubo, en cambio, dosis de violencia y «recados» entre ambos equipos. Aunque jugaran en Pekín un 6 de agosto, el partido seguía siendo un derbi.

Con el Inter dormido llegó un nuevo zarpazo del Milán . Pato convirtió un simple pase en largo en el segundo. Sin mirar a puerta, el brasileño controló y chutó con fuerza en un buen gesto técnico. Le faltó puntería ya que el esférico rebotó en la madera, pero fue rescatado por un Kevin Prince Boateng que iba a firmar el tanto de la victoria.

De ahí al final el Milán se dedicó a esconder el balón. Hizo su trabajo «Ibra», notable en el juego de espaldas. Con más corazón que cabeza el Inter se lanzó a por el empate en los instantes finales. Llegó incluso a celebrarlo con un gol de Eto'o que sería anulado por fuera de juego. La final ya estaba decidida. Pekín ha visto coronarse al Milán como el supercampeón de Italia.