LIGA BBVA
El Barcelona ve cerca la meta
Messi, que antes de su gol falló como pocas veces, resultó una vez más decisivo en un precioso encuentro protagonizado por la pizarra
ENRIQUE YUNTA
En el cuento de nunca acabar, el protagonista es siempre Leo Messi, fundamental cuando se lo propone, desatascador cuando la cosa se pone fea. Él decide si hay Liga, que por momentos volvía a latir cuando el Valencia, al que poco se le ... puede reprochar, soñaba con el empate o algo más. [ Narración y estadísticas ]
El Barcelona se niega a mantener la emoción porque así lo desea Messi, aliviado en el festejo porque antes tuvo un puñado de oportunidades que malogró para sorpresa de todo s. Cuando acertó, perfecto Adriano en su aparición celestial, apenas había tiempo para reaccionar, consagrado como el máximo realizador de una Liga que tiene claro acento catalán con entonación argentina. Así es el Barça.
Se gusta el Valencia cuando recibe al Barcelona, reinventado para la causa en el juego de pizarras y motivado porque la estadística le decía que en los dos años de esplendor azulgrana no había perdido en Mestalla, que ya es mucho. Fue noche de ensayos y si bien Emery optó por poblar la medular renunciando a un delantero puro, reaccionó Guardiola con una defensa bien abierta con Piqué, Busquets y Abidal, protegido el medio del campo con Alves y Adriano como carrileros mientras barría Mascherano y reaparecía Xavi.
Cosas de entrenadores, que tienden a probaturas extrañas porque ven más allá, convencidos de que el factor sorpresa decide partidos exigentes. De buenas a primeras, espoleado por un ambiente de cita grande, el Valencia se vino arriba, portentoso en la salida, voraz por el costado de un Jordi Alba que siempre se crece cuando ve un azulgrana delante. Por la izquierda llegó el peligro y, antes de que el Barcelona despertara definitivamente, al Valencia se le privó de un gol por un fuera de juego que aparentemente no existió.
Fue un pulso más táctico que atractivo, presente la libreta desde que empezó a rodar el balón. Hasta que lo entendió, el Barcelona tuvo esta vez que luchar por la pelota y al final se salió con la suya, como casi siempre, beneficiado por la energía de Adriano y la movilidad de la versión más humana de Messi, tan eléctrico en sus intervenciones como errático en la definición.
Jamás antes se le ha visto fallar tres ocasiones en una, enfadado con el gol sin que nadie diera crédito, egoísta poco después cuando lo más fácil era asistir a un Villa algo despistado. Enfrente, siempre Guaita, un meta que cada día suena más y que mantuvo al conjunto local con esperanza porque aguanta de pie una eternidad mientras la mayoría se va al suelo. Hay portero.
Emery recupera el «9»
Visto el panorama, a Emery se le encendió la bombilla recuperando la figura del «9», más reconocible su equipo con la entrada de Soldado después del intermedio. Se sucedieron entonces los «uuuyyys», muy abierta la velada cuando el Valencia le ganaba tiempo al tiempo y su portería seguía intacta, fiel a su idea del contragolpe mientras protegía la cueva con esmero mientras el Barcelona también se restablecía con la presencia de Pedro en la vuelta a la normalidad.
Apretaba Mestalla, alegre como nunca, y asumían los locales que había opciones de gesta, enchufadísimos en la presión para dificultar la salida del balón del Barça sin que los minutos pasaran factura porque corrieron con orden y sentido, todos juntitos y solidarios. Guardiola, tieso en la banda porque un lumbago le impedía hasta gesticular, no encontraba remedio, pero para eso esta Messi. Marcó la que tenía que marcar y le venera el entorno. El Barça ve cerca la meta.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete