liga de campeones
El Valencia se queda sin el premio
Los blanquinegros cayeron en el Veltins ante un equipo que no mereció el pase a cuartos, pero con el que Raúl se mantendrá en su competición
RAÚL COSÍN
Las notas del himno de la «Champions» ponen el vello de punta a los futbolistas. Lo reconocen los propios protagonistas. Es algo muy especial eso de jugar en la máxima competición europea. Una coctelera de sensaciones entre la satisfacción de jugar un partido ... de Copa de Europa y el nerviosismo que competir en la misma implica. El hormigueo eléctrico aumenta más si cabe cuando el duelo en sí es un todo o nada. Seguir o no seguir, vibrar o no vibrar, sufrir o no sufrir con la «Champions». [ Narración y estadísticas ]
La gran cita en el Veltins Arena de Gelsenkirchen removió ayer todas esas emociones en los jugadores del Valencia, que se jugaban meterse entre los ocho mejores de Europa, frente a los tres españoles del Schalke, Raúl, Jurado y Escudero . Esas mieles quedaron finalmente para los españoles del equipo alemán. Equipo que no fue mejor que los «che», pero que aprovechó aquellos del detalle para permitir a Raúl seguir en su competición .
Dos momentos se plegaron en el primer acto a la brillantez, la espectacularidad, lo plástico que muestra en no pocas ocasiones el fútbol. Sendas acciones, además, coincidieron con los goles de uno y otro. El Valencia puso primero la eliminatoria a su favor. Recogió el turco Topal un balón en el área alemana y con dos recortes propios de un virtuoso sacó un centro, que cogió la velocidad de un misil, que se encontró por el camino de Ricardo Costa y el balón se fue para adentro mientras el portugués celebraba, a la par que se recuperaba del castañazo en la cabeza, una diana que tranquilizaba a los de Emery.
El segundo instante para las videotecas, y que rompía con un partido que se concentraba en la disciplina táctica y la brega, lo protagonizó Farfán. El millonario árbitro Jonas Eriksson cayó en la trampa de Gavranovic y pitó falta en la frontal. Farfán le pegó con templanza y potencia y se la puso imposible al vuelo de Guaita .
La eliminatoria tomaba una nueva dimensión. El resultado obligaba a ir al tiempo extra . Un empate superior al que figuraba en el marcador le daba el pase al Valencia. Y la victoria significaba el todo al que lograse unirse más veces al gol. Situación que se tornó en los primeros minutos de la reanudación en un impás de excesivo respeto.
La igualdad fue la tónica. Pintaba la cosa hacia que la historia se definiría por algún detalle. Lo tuvo primero el Schalke. Un balón aéreo de los alemanes, que no se resolvió bien en el área y el cuero le cayó a Gavranovic. El balón antes de entrar besó los dos palos de la meta de Guaita. El Valencia reaccionó pronto y Aduriz lo tuvo muy cerca. Su problema fue Neuer. Con el marcador a favor, el Schalke jugó cómodo, pero el Valencia creó peligro, cocinó las jugadas y no cayó en la ansiedad de ir contra el reloj . Aunque a los valencianistas les faltó fe en los últimos instantes. Podían, pero no creyeron.
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