LIGA BBVA
El Barça se lleva tres puntos sin sustancia
El cuadro azulgrana, que apostó por las rotaciones pensando en el Arsenal, cumple con el trámite y gana por la mínima al Zaragoza con gol de Keita
ENRIQUE YUNTA
Para convencerse de que hay Barça de sobra como para superar al Arsenal, que es realmente lo que interesa en estos momentos porque el resultado de Londres invita a otra noche mágica en Europa, sirve el funcionarial triunfo del conjunto azulgrana contra el ... Zaragoza, reducido a la mínima expresión porque, pese a dar buena imagen, no le interesó demasiado exprimirse en un Camp Nou gobernado por mujeres. [ Narración y estadísticas ]
El palco era ayer sólo para ellas y el balón, como de costumbre, para el Barcelona, que no sería noticiable salvo en los escandalosos porcentajes de posesión. Condenado a defender durante noventa minutos, lo menos malo para el Zaragoza fue que el líder no quiso abusar, torcido el punto de mira cuando se acercaba por la zona de un voluntarioso Toni Doblas. Del otro portero, de Valdés, hay muy poco que decir porque sólo se le vio en la foto de rigor y en una embestida de Sinama en el segundo acto. Fácil victoria para tan corto resultado.
El gol de Keita, al filo del descanso, acabó con la velada y así lo entendieron todos. Fue un monólogo catalán, poco reconocible el equipo ya que aparecieron caras poco comunes como las del propio Keita, Milito, Mascherano o Bojan. Los buenos (Abidal, Iniesta y Villa) esta vez se divertían en el banquillo , al que acudió Pep Guardiola desde el hospital porque la hernia discal le tiene tieso. En su cara, traslada el dolor, pero contagia con su presencia al grupo, que valora el esfuerzo del jefe . Se le echa encima el grueso de la temporada y el Barcelona necesita unión, caminar cogidos de la mano hacia la felicidad.
En las probaturas, el técnico azulgrana incidió en la verticalidad de sus laterales, imprescindibles anoche porque resultaba imposible ganar espacio por dentro. El Zaragoza aguantó con dedicación en el arranque, aunque renunció sin tapujos a una parte del campo y sólo una cabalgada improductiva de Bertolo recordó que había defensas en el Barça.
Con tres centrales, pobladísima la retaguardia, se apañó el cuadro maño y se imaginó en el descanso con un empate delicioso para sus intereses, pero no contaba con que Keita es uno de los jugadores que mejor actúa desde la segunda línea. A placer, empujó un balón que quedó muerte en una endiablada carrera de Messi, que nunca se toma la tarde libre.
Antes, abundó el disparo a media distancia para encumbrar a Doblas, una mano aquí y otra allá, ayudado por el larguero cuando lo intentó Bojan y la pelota salió escupida al tocar en un defensor, salvado por el asistente cuando a Keita le anularon un gol por un discutido fuera de juego. Cuestión de tiempo porque en el campo sólo había un equipo.
El Barça perdona demasiado
Con todo, al Barcelona se le puede reprochar su olvido a la hora de cerrar el pulso y mal lo vería Guardiola para tirar de Villa, Abidal e Iniesta, mientras el Zaragoza seguía a lo suyo, bien ordenado pese a que se presentó en el Camp Nou con siete bajas y una deuda histórica con un estadio en el que lleva casi medio siglo sin darse una alegría en forma de victoria.
Tampoco será esta vez, pero su Liga es otra, preocupado porque le calientan las brasas del descenso, todo lo contrario de lo que acontece en la parte alta. Ahí sólo manda uno y ve lejísimos a su perseguidor porque resuelve siempre todos sus encuentros llenando la mochila, unas veces de forma soberbia y otras, como ayer, menos brillante. Sin sustancia, ahora ya toca pensar en el Arsenal . La historia, el martes, será diferente.
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