COPA DEL REY
Estreno glorioso de Abidal
El francés salva la noche al Barcelona ante el Athetic, que acabó empatando con un gol de Llorente
ENRIQUE YUNTA
El Barcelona, tiene ese don, siempre encuentra una salida, prodigioso en la mayoría de sus actuaciones y resolutivo cuando la cosa se pone fea. Pase lo que pase, siempre se sale con la suya y anoche, en un encuentro precioso, pura esencia de lo que ... representa este torneo en un teatro incomparable, se encontró con la buena noticia de Abidal, virgen hasta la fecha y cuyo estreno como goleador fue glorioso.
Poco después de que la encendida grada acertara con su rostro, silenció a la parroquia con un tanto definitivo, una jugada muy del Barça salvo que el protagonista alteró por completo el guión. Su aparición celestial vale unos cuartos de final, aunque no se saborearon hasta el último suspiro, ya que el Athletic, tras el empate de Llorente, se colgó de la portería de Pinto . Partido para recordar.
Sabe mejor la Copa en San Mamés, templo reservado para noches como la de ayer, empequeñecidas las gradas de un escenario tan añejo como único en donde se respira un deporte diferente. Un Athletic-Barça significa tanto en la historia del fútbol que jamás hay que despreciarlo, repleto de versiones tan apasionantes como la de estos octavos de final, y más si el combate nulo de la ida convertía la resolución del pulso en un acontecimiento apasionante. Hubo pelea, cada uno fiel a su estilo, y La Catedral soñó, por momentos, con conquistar el cielo, reservado hasta nueva orden para un Barcelona que tiene recursos para todo.
Ha sabido jugarle bien el Athletic al Barcelona en este cruce y puede presumir de mantenerle a cero durante 165 minutos, entregadísimo en defensa y solidario en las ayudas. Bien replegado, sin engañar a nadie en su planteamiento, también le cedió el protagonismo al Barcelona, aunque en esta ocasión no renunció al ataque como en el Camp Nou.
Sin que sus aproximaciones fueran más allá de tímidos «uuuyyys», más pronunciados por la tensión del momento que por el verdadero peligro, profundizó por la zona de Pinto, escoltado esta vez por Abidal en el eje de la zaga en lugar de Puyol y con Adriano por el lateral que suele ocupar el francés. Por ese lado, por el izquierdo, cojeó el Barcelona ya que Keita no profundizó demasiado y Villa, descolgado con el regreso de Messi , actuaba de forma intermitente, tan irregular como el resto del equipo.
Lleva unos días aturdido el Barça, bloqueado como por arte de magia después de tantos atracones antes de las fiestas. De golpe y porrazo, anda algo enfadado con el gol y ahora le cuesta un mundo encontrar agua, ya de por sí laborioso su trabajo para marcar un gol. Tuvo una oportunidad clarísima al poco de empezar el due lo, oportuno Iraizoz al encontrarse un remate franco de Villa con la cabeza, pero todos los demás ataques fueron poco productivos.
Crecido en las situaciones extremas, el Athletic fue acomodándose hasta el punto de llegar a dominar al Barcelona en los primeros compases de la reanudación. Quiso intimidarle y lo logró, poniendo en entredicho la supremacía de un rival que en la Copa no se ha expresado tan bien como en la Liga, poco acostumbrado a la hora de entender este tipo de citas de ida y vuelta. Mal lo vio Guardiola y con un cambio, el de Adriano por Iniesta, movió todas las líneas en su empeño por modificar el panorama, que desde luego no era beneficioso para sus intereses.
Por inercia y también por imperiosa lógica, dio un pasito atrás el cuadro rojiblanco, fatigado después de pelear como un jabato y aparentemente muerto con el zurdazo de Abidal. Le quedaba un aliento más
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