El Barcelona empieza a salvar la temporada

Poca luz en los primeros ataques del Barça, tímidos intentos sin resultado. Y cuando de fondo empezaban a sonar los tambores del naufragio , una buena combinación del tridente a campo abierto, la pudo rechazar Manu en el último momento, pero quedaba claro que tenía mucho de aviso; y realmente lo fue porque Luis Suárez remató el córner de primeras e inapelable, volviendo a marcar tras dos meses de sequía y calmando el ansia de su equipo.

En el minuto 17 Alves dormía la siesta y Borges pudo rematar solo delante de Bravo, que se encontró el balón en las manos. En el 20, otra imprecisión defensiva del Barça dejaba sin marcador a Sindei en el área pequeña: muy bien nuestro portero chileno, molestándole.

En el 23, Iniesta, Messi y Suárez construyeron el veloz y precioso segundo gol visitante, con el que los de Luis Enrique parecían regresar a su normalidad. El tridente volvía a entenderse, Iniesta volvía a funcionar. Y aunque la defensa hacía aguas de un modo preocupante, los jugadores del Barça se abrazaban y sonreían como si el maleficio se empezara a alejar.

El Barcelona seguía estando lejos de su mejor versión, con una defensa de folclóricas y un medio campo que se rompía como los huesos sin calcio, pero como mínimo parecía haberse podido desenganchar de su oscura pasión por el destino trágico.

La segunda parte empezó confirmando las buenas sensaciones para los azulgranas, y Rakitic consiguió el tercero rematando con autoridad un centro de Suárez.

Iniesta iluminaba el campo cada vez que la tocaba. El Barcelona empezaba a estar cómodo, asentado, como siempre. ¿Como siempre? No, como siempre, no. Pero ya me entienden. Con esto hubiera bastado para estar en las semifinales de la Champions, pero aquellos días decidimos hacer historia de un modo más rebuscado, con nuestra caída memorable.

El triplete de Suárez llegó en el 7 y medio, tras otra asistencia fantástica de Messi. Segundo regalo del argentino, tercer gol del uruguayo. Neymar quedaba un poco descolgado de la recuperación general del equipo, sensiblemente falto de confianza.

En el 18, Messi volvió a ofrecer una magnífica asistencia, en este caso a Neymar, que pudo marcar pero sabiendo que no está fino prefirió confiarle el remate a Suárez que, en dos tiempos -porque finos del todo no lo acabamos de estar-, consiguió el quinto para el Barça y el cuarto de su cuenta particular. Hay que destacar que más allá de sus registros goleadores, Messi es el jugador que más asistencias ha dado en la Liga desde 1980.

¡Qué fácil parece todo cuando las cosas salen bien! En el 27, Suárez y Messi intercambiaron los papeles y el uruguayo, tras un control extremadamente delicado, se la dejó a Leo para que firmara el sexto. Tan en gracia estaba el Barça, que hasta marcó Bartra , en el 33, después de una meritoria internada que hizo sonreír a todo el banquillo azulgrana. Y como solo faltaba Neymar, marcó el brasileño en el 36.

Es cierto que el Dépor no fue gran cosa , y que la goleada de ayer bien puede ser un espejismo. Pese al marcador abultado el equipo está lejos de tener el instrumento afinado, pero si como mínimo hubiera jugado así el martes pasado, Milán continuaría estando en nuestro horizonte más cercano.

« Me aferro a lo único que puedo, a mis jugadores , su manera de competir y en la fe en ganar los cinco partidos que quedan. Estamos acostumbrados a jugar con la máxima presión. Hay que mejorar y conseguir que el rival te genere poco, es una situación especial a la que hay que adaptarse y no deja de ser una prueba». Después de la mala racha de resultados encadenados que ha permitido acercarse a Atlético y Real Madrid, Luis Enrique explicaba este martes en rueda de prensa su filosofía para superar con éxito las cinco curvas que le quedan al Barcelona para intentar ganar una Liga que hace solo un mes parecía tener atada. La primera prueba llega esta noche (20.00 horas, C+Liga) en Riazor ante el Deportivo .

Ya no hay tácticas ni estrategias que valgan a estas alturas, debido a que el Barcelona ha perdido el rumbo totalmente de su juego. Además, la magia de su piedra filosofal, en que se había convertido su tridente goleador, se ha esfumado, pues los goles han desaparecido. El Barcelona necesita un triunfo que le reafirme y le resitúe en la tesitura ganadora de forma urgente.

Con la mínima ventaja gracias a la diferencia de goles con el Atlético, con el que empata a 76 puntos, y con el Madrid (con 75), el Barcelona depende de sí mismo , pero las inercias parecen ir en sentido contrario, por lo que un nuevo tropiezo, que no sea una victoria en Riazor, podría instalar ya una crisis en la institución de difícil solución, si al finalizar esta jornada pierde el liderato.

El duelo es trascendental para el Barcelona, pero también muy importante para los gallegos, que no regalarán nada al equipo de Luis Enrique. Decimotercero con 38 puntos, e l Deportivo se encuentra a 9 puntos del descenso y ganar al Barcelona le aseguraría ya prácticamente la permanencia.

El Barcelona no llega en las mejores condiciones morales ni físicas a la cita. En un partido clave para acabar con la racha de cuatro partidos seguidos sin ganar en la Liga (con las tres derrotas consecutivas contra Real Madrid, Real Sociedad y Valencia), Luis Enrique acude con muchas ausencias en su defensa. Mathieu y Vermaelen son baja por lesión y, Gerard Piqué, por sanción. Con este panorama, Marc Bartra tendrá su oportunidad en el once titular en un partido clave.