liga bbva
Messi rescata al peor Barça
Osasuna se impuso 75 minutos a un rival con flojera y agujeros. Tito Vilanova, expulsado (1-2)
josé carlos carabias
El Barcelona palideció en Pamplona ante un rival enérgico, siempre combativo y especialmente lúcido. Osasuna gobernó la contienda durante 75 minutos, Tito Vilanova se desesperó y fue expulsado, pero el de siempre acudió al rescate. Messi echó el lazo al Barça en su ... peor versión. [Narración: Así hemos contado el Osasuna-Barcelona]
Es probable que muchos aficionados del Barça recuerden la primera mitad del partido como el peor ejercicio de fútbol que ha desplegado su equipo en años. Fue un Barcelona plano, insípido, desprovisto de gracia, sin juego, sin balón y sin ideas. Tal vez un accidente en la secuencia triunfal que inauguró Guardiola, tal vez un síntoma de que algo puede cambiar a mal. En todo caso, un equipo lento y sin profundidad, sin toque y lleno de vías de agua.
Jugó fatal el grupo de Tito Vilanova . No estaba de inicio Xavi, dosificado en su reserva de energías como antaño, y tal vez por ahí se pueda entender el atasco general en ataque. También contribuyó a la flojera azulgrana ese ímpetu tribal que contagia el Osasuna a sus seguidores cada vez que se mide a un gigante. Mordían los navarros, estiraban las tibias para llegar al balón dividido, se mezclaba su sudor con el entusiasmo de la grada.
Y el resultado solo pudo ser uno al descanso: victoria parcial de Osasuna. Marcó Joseba Llorente lanzándose con decisión a un buen centro de Lamah. No jugaba a nada al Barça, a pesar de que la defensa adelantada de los pamploneses propició un partido tenso para su portero. Cada diagonal de los centrocampistas a la espalda de los centrales era una súplica al juez de línea. Gestó ocasiones de gol el Barça, Tello chutó al palo y Messi merodeó sin la claridad de otras tardes, pero nunca tuvo atado el partido. El Osasuna nunca consintió una tarde cómoda para su rival.
Siguió Lamah devorando kilómetros, Sisi activando juego por el centro y Joseba Llorente peleando por todo lo que se movía a su alrededor. El ritmo intenso del Osasuna agobió al Barcelona, que vivió el partido como un dolor de muelas. Nino chutó al poste en un robo a Busquets y el asunto encorajinó a Tito Vilanova, cuya protesta derivó en tarjeta roja por parte del árbitro Muñiz Fernández.
El Osasuna canceló mientras pudo los conductos creativos del Barça. Fueron 75 minutos frenéticos. No llegó a todo. Messi consiguió el empate en una acción enmarañada con fuera de juego previo de Alexis. Por ahí se desmoronó el Osasuna. Unos segundos de relax desembocaron en el segundo del argentino. Una apertura fácil de Xavi, el pase Jordi Alba y el zurdazo abajo, letal, de Messi.
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